El polideportivo de Entrimo fue escenario ayer de la décimo octava edición de la Festa de exaltación da empanada de forquellas e carne de cachena da Serra do Quinxo. Una fiesta de gran arraigo vecinal, que año a año, va ganando adeptos de diferentes puntos de la provincia, pero también de Vigo, Pontevedra, A Coruña y mismo del vecino Portugal. “Todo salió muy bien, por encima de lo que preveíamos”, trasladaba el alcalde, Ramón Alonso, tras una celebración en la que tuvieron que instalar mesas auxiliares en el interior del pabellón para atender la demanda de comensales.
En total, se degustaron más de 800 raciones de empanda de forquellas -elaborada con este embutido típico de Entrimo a base de carne de cerdo, ajo, cebolla, pimiento y calabaza-, así como carne “ó caldeiro” de ternera de raza cachena criada en la montaña entrimeña. Algunas se vendieron para llevar a casa y, la gran mayoría, las compartieron entrimeños y visitantes en una comida popular en la pista deportiva, amenizada por los integrantes del grupo Pardavila y de la charanga Bicoia.
La jornada festiva arrancó, como es tradición, con la celebración de la feria mensual en la travesía de A Terrachán. Una oportunidad para poder adquirir, a precios muy atractivos, diferentes productos de huerta y jardín, pero también textiles, calzado o complementos de ambos lados de la “raia”. Según se iba acercando la hora de comer, entrimeños y visitantes comenzaron su particular procesión hasta las puertas del pabellón donde, a las 14,00 horas, se empezaron a servir las primeras raciones. La previsión -cumplida- de tormentas obligó a suspender la feria de artesanía, si bien artistas y artesanos locales ya barajan nuevas fechas para dar a conocer los productos elaborados en Entrimo.
