Siempre quedará el balOUncesto

El baloncesto ourensano sigue tirando del carro en el deporte local. Lo hace aunque pasen los años, a un ritmo que otras modalidades no pueden seguir ni de lejos. Ni por cantidad ni por calidad. El básket que surge desde As Burgas tiene de todo, como en botica. No necesariamente son profetas en su tierra. Eso de coger las maletas es un mal endémico y transversal que también afecta al mundo de la canasta. Pero están. Y llevan el nombre de Ourense a podios internacionaleso a cuadros de honor nacionales. Dentro de la pista, jugando, entrenando o arbitrando. Ellos y ellas siguen siendo una luz en un panorama que no va sobrado de chispazos de alegría.

Raquel Carrera y Paula Ginzo son las referentes. La primera, MVP de la final de la Liga Femenina que ganó con el Valencia. La segunda, una realidad incuestionable que deja el Ensino por el Barça. Las dos, compañeras en una selección que se acaba de colgar la plata en el Europeo. Ahora, la ilusión de París 2024 más viva que nunca. Y, a corto plazo, el futuro de Carrera también apunta a que podría jugar en la WNBA. Será cuando ella quiera. Está a ese nivel.

Lucía Méndez y Clara Prieto estarán, si nada cambia, un peldaño más abajo, en la Liga Challenge (segunda categoría). Ascendieron con el Almería, una para ampliar su palmarés y otra para seguir creciendo desde su juventud. Su futuro parece mantenerse por las latitudes andaluzas.

Por detrás, canteranas de lujo unidas por la sangre y una misma pasión. Inés Sotelo (16 años) busca hoy las semifinales en el Europeo sub-18, donde está teniendo un papel determinante tras ganarse a pulso su convocatoria. Su hermana Lucía, de 18 años, pone rumbo a la NCAApara jugar con la Universidad de Virginia Commonwealth tras un curso muy positivo en el Ensino de Lugo. Un programa de alto nivel tanto deportivo como académico.

Banquillo y silbato

Entre los hombres, tampoco va mal la cosa. Hace escasas horas, Guillermo Ríos conocía la noticia que llevaba un tiempo esperando con ganas: será árbitro de la Liga ACB. A sus 30 años tiene carrera por delante en la élite. Impartir justicia entre parte de los mejores jugadores del mundo no es una cosa menor. Será el tercer colegiado ourensano en la liga de las ligas del básket español.

En la LEB Oro, Ourense sigue muy presente. Por supuesto por el COB, pero también gracias a otros "exiliados" a los que les está yendo de maravilla. Hay que mirar a Burgos. El Tizona subió desde la LEB Plata dominando de cabo a rabo y con una dupla local. Diego Ocampo sacó magia de la pizarra y Rodri Seoane fue un elemento de suma importancia para el ascenso.

El alero tiene como objetivo ganar experiencia en la segunda categoría nacional y consolidarse. Algo que ya ha hecho Álex Mazaira. Con unas cuantas muescas en su revólver, terminó su etapa en Valladolid y está pendiente de cerrar su incorporación a otro equipo. Ofertas no le faltan.

Remontando el Miño está Suso Garrido. El técnico y formador repetirá como segundo entrenador del Ensino de Lugo, que está en la Liga Femenina. Un club especialmente unido a Ourense en las últimas campañas.

Modalidades

Y, desde la base, hay que ir apuntando el nombre de Martín Álvarez. El jugador del Blanco Amor está llamando a las puertas (y seguramente se abran) de la selección española júnior de 3x3, una modalidad que cotiza al alza y cada vez mejor organizada dentro y fuera de España. Una pista que hay que seguir.

Son nombres propios de un deporte que resiste en pie, contra viento y marea en Ourense. Un talento avalado por los resultados que no siempre tiene la oportunidad de lucir en casa. A eso habrá que tratar de ponerle solución, pero mientras la provincia tiene motivos para el orgullo. El baloncesto no falla, ni en las buenas ni en las malas. Sigue dando mucho más de lo que recibe.