Cientos de personas degustaron los vinos de la zona junto con pinchos de productos típicos en una ruta llena de animación
Mientras el "triángulo mágico" del Entroido ourensano se encuentra en plena efervescencia, Oímbra se sumó a la celebración abriendo sus bodegas en un lunes en el que Laza acaparaba buena parte del interés con el que es seguramente el día grande de la celebración. Los vecinos de Oímbra abren las bodegas y acondicionan espacios en bajos y garages para ofrecer a los visitantes los caldos de la comarca, al tiempo que preparan pinchos para acompañar sin riesgos al buen vino.
Cientos de personas, la mayor parte de ellos disfrazados, se acercaron ayer por la tarde hasta la localidad. Grupos de amigos e invitados por los promotores de estas iniciativas recorrieron los distintos establecimientos, en un ambiente de gran alegría y participación, que contó, además, con animación musical para acompañara a los participantes en la ruta.
La ruta de las bodegas es la alternativa exitosa que ofrecen los vecinos de Oímbra para promocionar sus vinos y, al mismo tiempo, la localidad en unas fechas en las que el atractivo de la programación del Entroido que promueve tanto Laza como Verín o Xinzo deja muy poco margen para abrirse un hueco en las agendas de citas para estas jornadas.
