Daniel Prieto: “Aunque lleve media vida en Barcelona, me siento de Verín, mis raíces están aquí”

Daniel Prieto.
photo_camera Daniel Prieto.

Daniel Prieto se crio en Verín, pero hace 23 años se fue a Barcelona por amor, allí hizo su vida, tuvo hijos y vive felizmente, pero todos los veranos regresa a Verín, donde tiene familia y amigos, sus raíces y un vínculo muy especial con la tierra que lo vio crecer.

¿Qué le motiva a volver todos los veranos? 

Principalmente la gente, amigos y familia. Disfrutar de mi tierra, del lugar donde nací y me crié. Aunque lleve media vida fuera me siento de Verín, mis raíces están aquí. Una cita imprescindible es el Entroido, no he fallado nunca.

Entonces, ¿qué es para usted Verín?

Es el lugar donde me crié, donde hice mis mejores amigos, donde conocí a mi mujer, donde aprendí una serie de habilidades que me sirvieron en un futuro y es el sitio al que siempre me gusta regresar, siempre me gusta estar en Verín. Por temas profesionales tengo que estar en Barcelona, pero cualquier época me resulta buena para venir. 

¿Qué diferencias encuentra con Barcelona?

Una de las cosas que noto mucho son las relaciones con otras personas, son distintas. En Verín las relaciones son más cálidas, en Barcelona, más frías. Otra, la velocidad a la que va tu vida en una ciudad, en Verín las revoluciones se bajan. Yo a la 13,00 horas voy al bar y sé que está allí mi gente, aquí tienes que quedar con antelación.  También a nivel de oportunidades laborales, de oferta de ocio, hay mucho más en una ciudad.

¿Un gran recuerdo de sus vacaciones?

Nosotros cuando vamos a Verín, desde que somos padres vamos a la casa de mis suegros, pero este año nos apeteció alquilar una casa de turismo rural en Vilaza, la experiencia fue muy buena. Para el próximo año, el mismo plan. Para mí, ir a Verín siempre es el lugar donde desconecto y aprovecho para estar con mi gente, es nuestro punto de encuentro.

¿Le gustaría volver a Verín?

Mi sueño cuando me jubile sería pasar temporadas en la comarca, en una casita de piedra pequeñita y tener una chimenea, tengo muchísimas ganas de verme así. Además, mis hijos necesitan a sus abuelos y tíos, están encantados cuando vienen, lo disfrutan mucho.

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