Los sanitarios y la administración que les representa, el Sergas, tienen ahora un ingente trabajo por delante. Si ya antes de la huelga la situación era muy compleja, tras una semana de suspensión de consultas e intervenciones quirúrgicas ya pueden darse prisa para ponerse al día.
Bastaron apenas cinco horas de reunión entre el sindicato convocante y la Consellería de Sanidade para zanjar un enfrentamiento que parecía ser insalvable días antes. Lo que parecía una reivindicación para el mejor funcionamiento general del sistema se acabó ventilando como un tema de nóminas, de cobrar algo más.
De hecho un manifiesto de médicos criticó ayer que el acuerdo se sustentase en asuntos puramente económicos. Bueno, pues ya está. Ahora hay que mirar hacia adelante o hacia las salas de espera de las consultas para ver que están aún más llenas que antes, porque se suman las nuevas esperas. Es decir, tenemos a la sanidad con el mismo problema de siempre pero teniendo a unos médicos que cobran más.
