Coronavirus en Ourense

Coronavirus en Ourense | O Couto empieza con medidas especiales: “Es un día de luto"

Uno de los bares de O Couto, cerrados (MIGUEL ÁNGEL).
photo_camera Muchos de los negocios de hostelería optaron por no abrir sus puertas. (MIGUEL ÁNGEL).
Vecinos y negocios de las cuatro calles con limitaciones señalan la "falta de información" sobre la decisión

Nuevas restricciones entraron ayer en vigor para cuatro calles del barrio de O Couto en la ciudad -Doutor Fleming, Antonio Puga, Xesús Soria y avenida de Portugal hasta el cruce con Irmáns Xesta- y para el concello de Verín. Unas más restrictivas que otras, pero todas determinadas por la elevada incidencia del virus en esos territorios que aumentaron los positivos en las últimos días, en Ourense con un índice de contagios por encima de uno y en Verín, por debajo, pero con una tendencia ascendente a la que se le suma el hándicap de una población más envejecida.

Sanidade decidió intensificar las medidas ya impuestas en Ourense para las cuatro calles de O Couto, donde ahora se limitan las reuniones a cinco personas, los locales de hostelería solo atienden en terrazas al 75% y restaurantes, lo podrán hacer en interiores al 50%. Muchos de estos negocios que trabajan en estas zonas del barrio de la ciudad optaron por no abrir sus puertas este sábado. Otro lo hicieron, pero sin grandes expectativas: "Pensé en no abrir, pero al final lo hice e igual solo gané diez euros", apunta Romaldis Blanco, hostelera de Doutor Fleming que ante los resultados de este primer día, no volverá a trabajar hasta que finalicen las restricciones especiales. 

Sin opciones de terraza, María del Carmen Rodríguez escogió dedicar este sábado a vender café para llevar en su cafetería de la avenida de Portugal, mañana, ya se cogerá vacaciones: "Isto vamos levalo fatal, non entende esta decisión que só nos condiciona a nós", apunta. Este primer día lo intentaron sin comprender la decisión: "Aquí solo pueden estar fuera, pero a unos metros en la rúa Reza o en las que hay en Portocarreiro no, es algo que no entiendo", reflexiona Blanco.

Mientras, la cafetería Santana de la avenida de Portugal, en el cruce con Irmáns Xesta, se salva "por los pelos" de más restricciones: "Si nos llegase a afectar, me tocaría cerrar como a muchos. No compensaría abrir solo con una terraza para pocos clientes", afirma José Ángel Ferreira. Anabel Piza, desde uno de los negocios de Xesús Soria, aprecia que los clientes están "más nerviosos", pero que estas limitaciones ayudan a que "respeten más las normas" para entrar en establecimientos.

Vecinos resignados

Por las calles de O Couto, muchos de sus vecinos dudan de a qué partes afectan las restricciones mientras las asimilan como "una llamada de atención para los que no cumplen", cuenta una de ellos. Pese a que extreman precauciones, muestran su desconcierto ante la "falta de información" sobre los contagios en la zona: "Tenemos más cuidado pero no entendemos el por qué de esas calles. Desconocemos si estamos peor que en Mariñamansa, cuando allí no limitaron nada", explica Abel García, vecino de la avenida de Portugal.

El volumen de gente por estas calles baja en el primer día, según aprecian varios vecinos, que lamentan esta nueva situación: "Parece un día de luto, si nada de movimiento que perjudica a todos los negocios", lamenta Carmen Rodríguez, vecina de Doutor Fleming. 

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Verín inicia restricciones

Los verineses también sufrieron cambios en su rutina este sábado  con la implementación de restricciones en el municipio aumenta los contagios en las últimas semanas. La situación en el hospital comarcal, que el viernes alcanzó una cifras de ingresados que no registraba desde el 9 de abril, mejoró ayer. 

Pese a ello, ahora las reuniones se limitan a diez personas y los aforos de comercio, hostelería y restauración al 50%, con terrazas al 75% y sin atención en barra. La capacidad en celebraciones, velatorios y lugares de culto también se reducen. 

La primera semana de clases se salda con positivos en nueve colegios ourensanos

La primera semana de inicio de curso se salda con positivos en siete centros de la ciudad que son Franciscanas, Maristas, Padre Feijóo, Santo Ángel, Mestre Vide, Josefinas e Irmáns Villar. En este último centro, en la tarde de ayer, no constaba comunicación oficial sobre un caso positivo. También se localizan otros dos en los colegios de Padrenda y en el María Inmaculada de Verín.

Ourense sumó ayer 31 contagios, pese a que baja a los 509 casos activos -dos menos- gracias a 32 altas. Las hospitalizaciones sufren un descenso, especialmente en Verín, que pasa de once a nueve ingresados. En el CHUO hay uno más con respecto al viernes, 27 en planta y cuatro en la UCI. Uno de los pacientes allí ingresados, un varón de 69 años, se convirtió en la víctima 143.

Sobre las residencias de mayores, el cribado masivo entre los usuarios del centro de Nosa Señora do Socorro en Arnoia tras el positivo de un trabajador, arrojaron resultados negativos. Al cómputo se suma el de un empleado de la residencia de Nuestra Señora de la Salud de A Peroxa, que resultó positivo en una prueba preventiva a su incorporación al trabajo, por lo que no mantuvo contacto con los residentes.

Pontevedra se dispara

La Consellería de Sanidade notificó ayer 281 nuevos positivos, llegando a los 4.365 casos activos. Además, en las últimas 24 horas fallecieron cinco personas, una de ellas en Ourense , dos relacionadas la residencia de Outeiro de Rei (Lugo)y una a la de Culleredo (A Coruña). Las víctimas lucenses son un hombre de 93 años ingresado en Polusa y una mujer de 85 en el Hospital Lucus Augusti. El otro es un varón de 89 que se encontraba en el Hospital de A Coruña, donde también murió un hombre de 90. 

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