Los distribuidores, la otra cara de la crisis: "A todos estos débolles cartos"

La crisis de la hostelería es también la de los distribuidores que surten a los establecimientos. Desde el inicio de la pandemia, los proveedores acusan una caída generalizada en sus ganancias, que ahora, con el reciente cierre de bares y restaurantes, se intensifica. "Agora mesmo o meu negocio estano sostendo eles, débolles cartos a todos", asegura Carlos Doval, dueño de A Palleira, mientras señala a sus proveedores de carne, pescado, congelados, cerveza y vino. La situación vivida en marzo –recogida masiva de mercancía ya repartida, aplazamiento de facturas– volvió a repetirse el pasado 7 de noviembre, tras la entrada en vigor del decreto de la Xunta. "Decidir o peche dun día para o outro, sen tempo para planificar, implica para cada un de nós facer dúas veces a mesma viaxe: levar a mercancía, recollela, almacenalo despois, conxelalo se podes...", detalla Roberto Vázquez, de Cárnicas Requeno. "No meu caso, no confinamento, en vez de ir á compra, aproveitamos o que tiña xa no restaurante que non se podía conxelar", explica Doval. "A hostalería é moito máis có sitio onde tomas a copa á noite, son os traballadores, as familias, os proveedores, o albañil que xa non che vai facer a obra...", reivindica Antonio Rodríguez, gerente de Orenmar. En este mes, las empresas de distribución calculan ya pérdidas por encima del 80% y no confían en que la situación sanitaria mejore para la campaña de Navidad. "Cando isto abra aínda vai tardar dúas ou tres semanas en coller ritmo, a xente ten que volver a confiar... Non é cousa dun día para o outro", explica Vázquez. "A cousa será ver como son as condicións para abrir, porque dependendo das normas igual é mellor non abrir en decembro", reconoce Doval. “Bancos, pero sen intereses" Ante la situación actual de la hostelería –muchos negocios cerrados, otros aguantan con servicio a domicilio o para llevar–, los distribuidores aguantan el pulso. "Sabemos que temos que aguantarlles as facturas aos clientes porque non poden abrir, pero claro, se eu teño 2.000 clientes na provincia e polo camiño, por esta situación, quedan 400, que suporá iso para min?", se pregunta Óscar Santórum, de la empresa José Santórum. "Ao final somos como bancos, pero sen cobrar intereses", asegura. Los proveedores creen que muchos clientes no sobrevivirán a este cierre y miran al futuro con incertidumbre: "En marzo tiñamos diñeiro de atrás, aforrado. Agora, ese diñeiro xase perdeu para manternos cando non se gañaba nada..". El sector reclama paquetes de ayudas para hacer frente a la situación y defienden que las partidas para la hostelería son bajas. "No meu caso en marzo non puiden meter no ERTE a ninguén, porque tiña que demostrar perdas do 75%, e resulta que só chegaba ao 70%. Así que nada, dei vacacións a varios traballadores, pero o problema é agora", apunta Vázquez. "Eu pechei tres meses e agora estamos só dous", añade Antonio Rodríguez. Por ahora, mantienen a los pocos clientes que siguen abiertos –fuera de los 11 municipios afectados–, así como tiendas de alimentación o comedores. "Eu teño algunha tendas, xeriátricos, vou traballando algo, pero pouca cousa", comenta José Luis Mañanes, de Frigoríficos Florindo. Ni siquiera el verano, aunque fue bien, salvará el año. "Sen as festas perdimos moito, a cantidade de bebidas que eu vendía, este ano, nada", señala Carlos Cantón, de Bebidas Cantón y González. "E cos banquetes tamén perdimos moito", apunta Rodríguez. Una cosa tienen clara: "A hostelería non é culpable dos contaxios, é a xente". Habrá ayudas extra a hosteleros, en 2021 El alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, y los portavoces de PSOE, PP, BNG y Ciudadanos se reunieron ayer con los técnicos –cuty manager e interventor– para evaluar las posibles ayudas al sector de la hostelería. Se llevará a pleno la exención de tasas de veladores para 2021 y 2022, y también con carácter retroactivo para 2020. También se intentará reducir las tasas de basura y agua. Mientras, uno de los puntos en principio más esperanzadores, es que se dispondrán más de 10 millones –los sobrantes de las ayudas a autónomos que se empezaran a cobrar en las próximas semanas– para destinar a la hostelería y pequeño comercio que está sufriendo las restricciones de la segunda ola. Lo más negativo es que, según Jácome, "precisan una nueva modificación de crédito", una vez liquidado el presupuesto de 2020. "Legalmente, es muy difícil que el dinero de estas nuevas ayudas esté en circulación antes de junio de 2021". Flora Moure (PP) insistió en que el sobrante de ayudas a autónomos "debe reinvertirse cuanto antes" para lo cual pidieron la tramitación anticipada, que los técnicos estudiarán. E incidió en la necesidad de licencias exprés para terrazas. Rafael Villarino (PSOE) recordó que "non se pode enganar a xente" puntualizando que las ayudas extra a hosteleros tardarán en llegar según los técnicos. Afeó que el gobierno local "non tivese tramitado antes fondos de emerxencia social" y exige a la Xunta "que se empece a implicar coa cidade". Luis Seara (BNG) también exigió el plan de emergencia social y aseguró a los sectores más afectados que "estaremos á altura das circunstancias"", pero, recordó, "non podemos enganar a xente". Por su parte, José Araújo (Cs) recordó que el gobierno local "chega tarde" a las propuestas que la formación naranja ya lanzó en mayo. "Necesitamos esas axudas directas, pero non 10 millóns, senón máis". Por último, Jácome también se reunió ayer con representantes de la Federación de Hostelería y la Asociación Provincial de Restaurantes para escuchar sus propuestas.