Crisis del coronavirus

El amargo vacío de Los Vinos

Ourense 25/4/20
Reportaje localdes cerrados en los vinos

Fotos Martiño Pinal
photo_camera La céntrica rúa Lepanto, uno de los puntos de mayor congregación de gente, ayer por la tarde, totalmente vacío. // Fotos Martiño Pinal
Pinchos, copas a primera hora, los pubs de bote en bote o las colas para entrar en la discoteca. Muchos echan de menos la magia del Casco Vello, ahora lleno de incertidumbre. Los bares esperan abrir en agosto; los pubs empiezan a pensar en Navidad

¿Los Vinos volverán a ser parte de lo que eran? Ourense tiene en la zona antigua una colección de bares y locales de ocio que envidian gentes llegadas de muchas partes de España. El riesgo de perderlo, tras el cierre obligado,  está sobre la mesa, pero son muchos los que confían en aguantar el envite. El colchón de los últimos meses, tras una gran Navidad y un excepcional Entroido, es el único alivio. 

El sector es consciente de que serán los últimos  de la desescalada. En la movida nocturna, trabajan con plazos de reabrir en  Navidad, mientras que bares y restaurantes del Casco Vello empiezan a pensar  en agosto para dar los primeros pasos. Todos depende de una palabra: vacuna

“El Frade abrirá, sí o sí"

"El Frade lo voy a volver a abrir,  seguro, como sea. Y lo haré, dentro de las posibilidades, de la forma más respetuosa con lo que fue. No tengo pensado llenarlo de mamparas, mi negocio no era para eso. Si hay que llevar guantes y no darse la mano, bueno; pero no tenemos que cambiar la magia,  la atmósfera que tiene", explica Quique Fidalgo, que lleva más de un cuarto de siglo regentando este establecimiento.

Los bares de Vinos "no son adecuados para ese distanciamiento social. Si nos recortan espacios o mesas dejarán de ser los negocios que fueron.. Si se sientan cuatro en una mesa y le pongo unas mamparas, no van. Para eso se quedan en casa o van a un local amplio", dice el dueño del Frade. Sin embargo, es optimista. "Lo soy porque quiero serlo. Confío en que saquen rápido una vacuna y abrir en agosto".

  PINCHOS, SÍ; PERO COMO SIEMPRE

"Para empezar a actividade con limitacións e restricións prefiro non empezala. Prefiro seguir perdendo tal e como estou que abrir sen garantías. O único que faría é endeudarme e arruinarme. Prefiro abrir en condicións en dous ou  tres meses, vexo que o ideal sería agosto. Se non temos volume de negocio será unha ruína", dice Pepe Callos, del Fuentefría. Tanto él como el del Frade piensan abrir "cando teñamos garantías",  para mantener la esencia. "Non pode haber distancia entre a xente, é difícil, os traballadores dentro da barra é imposible que non teñan contacto", confiesa. Lo peor serán los que se puedan quedar en el camino. "O 40 % igual non pode volver abrir, isto fai moita mella, son miles de euros os que perdes", relata. Él cree que una vez que se reestablecerán, pero el problema reside en que "tes que recuperar o perdido".  Pero la gente volverá: "Tardarán máis ou menos, pero a xente vai volver, hai que irse adaptando ao que veña. Oxalá non peche ningún, cantos máis sexamos máis gañamos".

La normalidad, aún lejos

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Pablo Domínguez, de Baysha y A Saia da Carolina. / Pepe, del Bar Fuentefría. /  Pablo Fagilde, de Chiripa y El Patio.

Cree que "cuanto antes nos abracemos y antes salgamos a la calle con normalidad, mejor. Cuando nos toque salir, la gente tiene que hacerlo". El dueño del Frade sostiene que esto ha hecho"mucho daño" a la hostelería y que "es posible que algunos no puedan volver a abrir". Y pide al Concello que aproveche este impás  sin turismo "para poner a punto la ciudad, como la zona termal".
"Siendo empresario, pesimismo es una palabra prohibida; pero incertidumbre sí que hay", reconoce Pablo Domínguez, que tiene el Baysha, en As Mercedes, y A Saia da Carolina, en Lepanto. "Mi estimación de volver a la normalidad de facturación es el verano de 2021. ¿Volver a abrir? Quizás ya este verano. Buscaremos alternativas, pero la normalidad tardará en llegar si todo va bien al menos un año". 

La crisis, el miedo al contagio, la desescalada paulatina... son muchos factores. "No queda más que agachar la cabeza y seguir para adelante. La gente no se puede permitir cerrar, adelantar el problema creo que pocos lo van a hacer. Hay que intentarlo. Alguno caerá por falta de fuerza, ganas o financiación, pero creo que el 90% vamos a seguir". Dice que  el colectivo pide que "nos dejen abrir recuperando al personal de forma escalonada. Domínguez dice que el problema es que los pinchos de Vinos viven de viernes y sábado noche, "porque el resto de la semana estás al 10%, y sin ese empuje será difícil levantar cabeza". Si los pubs no puede abrir, la zona de pinchos se resentirán.

"Alguno caerá, pero la gente no se puede permitir cerrar, eso es adelantar el problema, hay que  intentarlo"

En la movida nocturna, los bares de copas de primera hora, pubs y discotecas no saben qué decir. "La gente va a acoger miedo El ocio, y en especial el nocturno, será lo más tocado, mucha gente se quedará sin empleo y va a medir más el gasto. Una copa va a ser un artículo de lujo", relata Rubén Gil, propietario del Tamarindo, en la Praza Maior. Coincide con los bares de pinchos en que hay restricciones a los que no se podrá hacer frente. "Si tienes que ir con guantes y mascarilla a tomar una copa no merece la pena abrir. Tampoco para comer, me han ofrecido metacrilatos, pero de momento no los quiero. Prefiero esperar a que todo se aclare  y mantener los gastos fijos que abrir así. Si tengo que mantener la plantilla y trabajar al 40% no habrá manera. Contablemente, el año está perdido", dice Gil. 

Los bares de pinchos tienen claro que volverán, pero lo quieren hacer con garantías: "Aquí no hay distanciamiento social"

LA ANGUSTIA DE NO SABER

Otro de los referentes en la movida es el Miudiño "Tengo mucha angustia, no tengo ni idea de cómo va a ser esto. Para abrir con camareros con guantes, que dentro de la barra no se puedan tocar y que se hagan cajas de mierda, sinceramente es mejor no abrir, perderíamos el doble de dinero. Imagino que saldremos de esta, pero tiene muy mala pinta y lo estoy pasando mal", apunta Javier González, su dueño, que lleva 25 años al frente sin cerrar nunca, "salvo en Nochebuena". Ahora es pesimista, "no sé si la gente tendrá miedo, desconfiará, habrá dudas. Aguantaré un par de meses, pero esto tiene mala pinta y habrá gente que tenga que cerrar. Las terrazas se reducirán, si la gente se entera de que algún camarero se contagió te puede vetar el local, es una situación complicada.

Habrá gente que le perdonen el alquiler, a mí no, y no es poco. Autónomo, Seguridad Social, el mínimo de luz es una burrada... ", añade el gerente.
 Hay algo de esperanza: "No creo que nos quedemos sin Miudiño. Pero claro, te paras a pensar y no eres capaz de visualizar cuándo volverá un buen viernes o un buen sábado, de estos de llenar". Aprovechando el cierre se planteó darle una vuelta a los baños, "pero no me atrevo, ¿y si llega otro rebrote y tenemos que volver a cerrar?"Confía en que muchos aguantarán por  la Navidad y el Entroido, "que fueron muy buenos". 

Pubs y discotecas ya miran a 2021: "No soy capaz de visualizar en mi cabeza un viernes o sábado de lleno"

El miedo a las medidas

Enfrente está Diego Nóvoa en  El Lío. También tiene Keops, en rúa Pizarro, en pleno meollo. "En Keops estamos mirando hacia Navidad. Si antes hay controles de temperatura o medidas como llevar guantes y echarse gel, la gente no saldrá, y por mucho que dejen yo no voy a abrir así.  Yo tampoco saldría, tendría miedo. La noche es para evadirse y pasarlo bien. Antes que eso, creo que deberían ayudar a subsistir a la hostelería". Ve más posibilidades en El Lío, en praza Santa Eufemia, orientado a primera copa, "porque al haber terraza  se podrá aprovechar más, igual en verano". 

Diego contacta con sus proveedores, que avanzan que el regreso será "apoteósico", aunque le surgen dudas .Cree que el Gobierno "se equivoca confinando tanto tiempo a la gente", y que le gustaría apostar por "test masivos y que el que pueda se ponga a trabajar" para evitar el colapso. De momento, prevé aguantar, "porque tuvimos meses muy buenos, especialmente el Entroido". Pero los gastos aprietan: "A mí el alquiler no me lo perdonan, lo entiendo, hay quien vive de ello".

Ourense 25/4/20
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Diego Nóvoa en

Diego Nóvoa, en El Lío, uno de los locales que tiene en los Vinos, junto al Keops. // Martiño Pinal

La incertidumbre en el meollo de la movida

Pablo Fagilde,  del Chiripa y El Patio Andaluz ve el futuro con "total incertidumbre". Maneja dos escenarios: el pesimista, abrir a finales de año con restricciones de aforo y medidas de prevención; y el optimista, para otoño. "Las restricciones llevarán consigo un portero, o quizás se pongan solo a sitios grandes, pero sería injusto". Fagilde ve " mejor empezar por poco que no empezar", y, aunque el primer fin de semana quizás haya un "bum", no confía en el "efecto rebote". Aguantan con "ahorros, ayudas o buscando un acuerdo con el casero. Tenemos esperanza de salir adelante".

Uno de los últimos en aterrizar en la zona fue Serafín Rodríguez, que tomó el relevo de La Chica de Ayer. "Estamos un poco vendidos, no solo los pubs, los bares en general. Aplazar todo dos meses no tiene sentido, el problema vendrá en dos meses". La  ayuda de autónomo, "ni siquiera cubre gastos mínimos", lo cual dibuja un negro horizonte. "Abrí hace dos meses y tuve suerte de vivir un Entroido bueno, y tengo para aguantar algunos meses. Si no, no sé qué haría". ¿Expectativas? "De corazón, me gustaría abrir mañana, pero si no es con seguridad y máximas garantías no me conviene. Lo que preocupa es meterse en una espiral de gastos. Si tengo que pagar 7.000 euros hasta final de año sin abrir y después te montan un pub al lado tremendo, ¿qué hago?". 

El último eslabón de la noche son las discotecas. "Sabemos que o ocio nocturno vai ser o último. A discoteca é máis grande, vai afectar a restrición de aforo. Non vai ser fácil, ao principio vai haber medo", reconoce Javier Pardo,desde Luxus.Eel cuarto aniversario, que será en octubre, deberá aplazarse y calcula que "cara finais de ano será cando se poida abrir". 

CAMBIO DE MODELO 

Ourense. 24/04/2020. Entrevista al dueño del Pub La Chica de Ayer delante de su local, en la calle Luna del casco vello.Foto: Xesús Fariñas"Ao mellor hai que ir cara un modelo irlandés, coa música máis baixa, que a xente vaia antes e poida falar", indica el dueño del Fuentefría en relación a los pubs. Desde su experiencia, esta pandemia provocará un "cambio na forma  de funcionar. Rubén Gil cree que al principio es posible que la gente opte por "quedar más en las casas". Quizás emerja un modelo europeizado: "A lo mejor hay que salir a  las 6 y no a las 9 de la noche". 

Pablo Fagilde tiene claro que habrá que adaptarse y "quizá nos tengan que abrir el abanico de horario", mientras que Serafín Rodríguez ya planea adaptaciones "Pensaré en hacer fiestas privadas o cumpleaños para adaptarme".  En la Luxus, Pardo es consciente de que "subir prezos para recuperar vai ser imposible, haberá que pensar en baixalos". 

*IMAGEN: Serafín Rodríguez, de LCDA, uno de los últimos en llegar

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