El empleo público cada vez atrae a más personas, mientras que trabajar por cuenta propia pierde atractivo para los ourensanos. Es la conclusión que se extrae a grandes rasgos de los datos relativos al trabajo en la provincia, que hoy se suma a la celebración del Día del Trabajador. Datos que no son positivos en cuanto al dinamismo económico de la provincia, especialmente en lo relativo al mercado laboral.
La sangría de autónomos no se frena. Con las últimas cifras disponibles en la mano -las de marzo- se puede comprobar que Ourense perdió 519 trabajadores por cuenta propia en el último año, según las estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de la Seguridad Social. En la provincia hay registrados 22.573 autónomos. De ellos, 1.491 están afiliados en el régimen del Sistema Especial de Trabajadores Agrarios (SETA), el 6,6%.
En los últimos diez años, de hecho, se han perdido 3.133 autónomos. Esto quiere decir que existen un 12% menos de autónomos ourensanos. Y la caída de este registro es todavía más escalofriante si se mira a largo plazo, contando las últimas dos décadas. En marzo de 2003 se computaban 29.418 trabajadores por cuenta propia, casi 7.000 más que hoy en día.
Este desplome sería todavía más grave de no ser por el interés de los extranjeros en hacerse autónomos. Mientras el número de trabajadores por cuenta propia marca mínimos, el de autónomos extranjeros sí crece y ya supera el millar.
Por el contrario, el empleo público está en auge. La estabilidad y la seguridad a la hora de cobrar a fin de mes convencen a cada vez más gente, y las ampliaciones de la plantilla de funcionarios nutren un registro cada vez más elevado en la provincia. Eso sí, el crecimiento del sector público no es tan rápido como la caída de los autónomos.
El último Boletín Estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas, publicado por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, corrobora esta tendencia. De acuerdo con este boletín, a julio de 2022 trabajaban en Ourense 19.692 empleados públicos. Se trata de una cifra histórica. Respecto al anterior mes de julio, el de 2021, se sumaron 83 trabajadores al funcionariado.
Ya con la puesta vista en hace diez años, el sector público creció en 1.004 trabajadores. Y también se pueden contemplar las cifras con una óptica a largo plazo, lo que arroja un crecimiento de 1.594 trabajadores en los últimos veinte años. En definitiva, la mayoría de nuevos empleados públicos entraron en plantilla a lo largo de 2020 e inicios de 2021.
Por administraciones, la plantilla que más creció desde antes de la pandemia -julio de 2019- fue la de la administración autonómica, que cuenta con 634 trabajadores más (11.916). Le siguen las administraciones locales -concellos y Diputación-, con 377 empleados más (5.172). El Estado cuenta con un trabajador menos (2.604).
