La “espantosa riada” de 1945 en los ríos Barbaña y Barbadás, en Ourense

“Enorme tromba de agua sobre la ciudad”, así titulaba el diario La Región la primera información sobre la riada de agua que sorprendió a los vecinos de la ciudad y poblaciones adyacentes durante la noche del 14 de julio. “Aproximadamente a las once y media de la noche de ayer, descargó sobre nuestra ciudad una enorme tromba de agua. Fue tan enorme la cantidad de agua caída en menos de media hora, que muchas casas se vieron inundadas”, señalaba en su página 4 ese diario del 15 de julio.

Dos días más tarde, ya se hablaba de “varias víctimas e incalculables daños” y se narraba en las páginas del diario la intrahistoria de Modesto, vecino de Pontón, donde vivía con su mujer y sus cuatro hijos, que se habían acostado ya cuando se produjo la tragedia. “Modesto, todavía en pie, avisado por sus convecinos, intentó penetrar en la habitación donde estaban los seres queridos. El agua, que ya inundaba la casa, le cerró la puerta, y por más que hizo, no pudo hacerla ceder hacia dentro. Allá se había llevado el agua enfurecida a su mujer y a sus hijos Digna, de 22; Rosa, de 14; Joaquín de 11, y Luciano, de 11, cuyo cadáver fue hallado en Ourense”. La historia de Modesto se prolongaba en un artículo del día 19, donde se daba cuenta del calvario de este padre recorriendo las calles del entorno de su casa acompañado “de una sobrinilla” y pidiendo ver a “los otros”, pues sólo había podido ver, a pesar de su deambular, el cadáver de uno de sus cuatro hijos.

El drama, según describe la intensa narración del diario de ese día, se trasladaba poco más tarde a las calles de la ciudad, concretamente a la zona de A Carballeira, donde “se elevan, acallando el rugido empavorecedor del agua, gritos clamando desesperadamente socorro. (…) En el Polvorín, las seis o siete familias que vivían en las casas de la parte baja las ven de pronto inundadas (…) A poco, aparecen en los tejados mujeres y niños, y algún hombre. Las voces que parten de los tejados parten el alma. Gritan que se les valga, por Dios vivo, que no los dejen morir allí, por la Virgen Santísima”.

Repercusión

De la trascendencia de la devastadora riada de ese año 45 en Ourense, que dejó alrededor de 25 fallecidos en municipios varios, habla claramente el titular de portada de la edición del 20 de julio: “El Caudillo dona 100.000 pesetas para los damnificados por el desbordamiento del Barbaña y el gobernador civil 25.000”.

Un último detalle se añadía en el ejemplar de La Región del 21 de julio con el titular “Detenciones”, seguido del nombre de varias personas aprehendidas (Eladio y Eduardo Berdeal Gómez, y José P. González, de Toén; y Manuel Rodríguez Carnero, de Puga) por adueñarse de enseres de los damnificados.