Los forenses del crimen de Velle: “Sabe que lo que hizo no está bien y lo oculta”
ÚLTIMA SESIÓN DEL JUICIO
En el Imelga apoyan la tesis de fiscalía: la psicosis del crimen de Velle afectó moderadamente al acusado
A partir de las diez de la mañana de este martes comienza en la Audiencia de Ourense el encierro del jurado popular encargado de enjuiciar la muerte violenta de Ana Balboa (22 años) y las graves lesiones a su novio Álvaro Blanco (25). A esa hora está prevista la entrega del objeto de veredicto. Una serie de preguntas para determinar, no como en otras ocasiones la autoría -nadie discute que los apuñaló Diego Rodríguez Torres (38 años)- sino hasta que punto es responsable debido a la esquizofrenia paranoide crónica que padece. También si hubo alevosía y ensañamiento con las víctimas, lo que da entrada a cambiar el homicidio por el asesinato.
En la última sesión de juicio, entre las nueve de la mañana y dos de la tarde de ayer, fue el turno de los peritos y la exposición final de los argumentos con los que convencer al jurado. Está en discusión si Diego es un enfermo desconectado de la realidad o actuó con maldad.
Los médicos forenses del Imelga, adscritos a la Administración de Justicia, creen que el encausado no experimentaba un brote psicótico agudo cuando apuñaló mortalmente a Ana y dejó malherido a su novio Álvaro, el 19 de febrero de 2021, tras llamar a la puerta de sus vecinos en plena madrugada. Algo que aún ignoran a día de hoy hizo saltar la chispa en su cabeza antes de ejecutar el brutal apuñalamiento, en el que sí aprecian planificación, aunque no demasiado elaborada. “No vemos una ruptura total con la realidad (…), aunque su enfermedad, esquizofrenia paranoide crónica, tiene relación con el acto delictivo e influye en su comprensión de forma moderada”, aseguraron Julio Jiménez y su compañera Tamara Méndez.
La ocultación del ataque (actuó de madrugada, mintió a su madre, a la que dijo que salía a matar conejos, se deshizo del cuchillo y se metió en la cama) denotan, a su entender, que sabía que “lo que hizo no estaba bien”.
Los especialistas corroboraron así la tesis de la fiscal del caso, quien mantiene que el trastorno psicótico que padece Rodríguez Torres influyó de forma moderada en su acción criminal (tiene en cuenta una circunstancia atenuante de alteración psíquica de la responsabilidad penal en los 25 años de cárcel que interesa como condena). Los forenses concluyeron en sus entrevistas con Diego, la primera tras ser detenido, “que hay una capacidad moderada de comprensión del acto debido a una interpretación errónea de la realidad y en menor medida se ve afectada la actuación conforme a esa comprensión”.
El psiquiatra citado como perito por la defensa no fue tan benévolo con la enfermedad de Diego y su afectación. Aseguró que cuando cometió el crimen se sentía amenazado -tenía obsesión con mafias de dominicanos relacionados con las drogas- “y su capacidad de comprensión estaba alterada, con una percepción delirante del entorno”. A su juicio, el acusado carece de estrategia: “En la conducta de Diego hay de todo menos estrategia y cómo se comporta tras la agresión es un disparate, no tiene sentido”.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
HUELGA SANITARIA
Más de 4.000 ourensanos, afectados por la huelga de médicos
PLAN PROVINCIAL DE LECTURA
La campaña provincial de lectura deja 261.000 euros en las librerías de Ourense
INCENDIO
Arde una casa en Rairo, Ourense
Lo último
Arquitectura ejemplar
Cuatro “Grans de Area” se quedan en Ourense
UNA FACTURA DE 600.000 EUROS
“Es el mayor disparate que he visto en 30 años”
SOLIDARIDAD EN OURENSE
Cien voluntarios contra el cáncer se citan en Ourense
CARRETERA PROVINCIAL
Malestar ante el aluvión de multas por aparcar en la travesía de Riós