Política

Jácome elude la autocrítica y arremete contra la mayoría de su grupo

Foto: Xesús Fariñas
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El líder de DO insiste en aferrarse a la Alcaldía pese a la situación de imposible gobernabilidad

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que se aferra a la alcaldía a pesar de la denuncia de sus propios compañeros de partido político y la soledad en la que se encuentra publicó una nota de prensa en respuesta al comunicado de los concejales de Democracia Ourensana que no apoyan su gestión, en el que ataca directamente al que hasta hace poco era uno de sus hombres fuertes, Miguel Caride.

Jácome en su nota afirma que el texto de sus compañeros de partido es un "ejercicio de cinismo consumado y retórica vacía. Se abre con una serie de afirmaciones genéricas acerca de supuestas irregularidades en la financiación de DO, pero en realidad sólo denuncian un hecho concreto (aunque enunciado de forma vaga e indeterminada): la entrega de dinero al partido por parte del personal eventual (que no laboral, como erróneamente señala el comunicado) adscrito a la Alcaldía. El hecho tiene una explicación sencilla, donaciones voluntarias que algunos miembros del staff de la alcaldía hacen al partido, una práctica perfectamente legal y normal en todos los partidos. Eso es todo. El resto no es más que palabrería hueca, con expresiones como "opacidad", "falta de rendición de cuentas" y cosas por el estilo, que por sí solas nada significan y sin concretar en ningún momento irregularidades de ningún tipo propiamente dichas".

El alcalde de Ourense destaca además que el propio Caride ha estado insistiendo en su renuncia desde hace más de 10 días y ha sido él quien ha puesto la denuncia ante fiscalia, aunque afirma desconocer el contenido de la misma.

En una absoluta falta de autocrítica, en el sexto punto de su carta, Gonzalo Pérez Jácome considera "incomprensible, por desproporcionado, que la simple sospecha de la existencia de posibles irregularidades en la financiación del partido, dé lugar a una reacción tan exagerada como la de provocar una crisis de gobierno de estas dimensiones. Es un acto de irresponsabilidad tremenda. De existir algún problema al respecto, lo lógico es resolverlo internamente, asegurándose antes de que existen esas irregularidades y determinando su alcance real, y no embarcarse en una incierta aventura poniendo en riesgo la gobernabilidad de la ciudad. La explicación naturalmente, es otra, y sólo el Sr. Caride podrá ofrecerla" y como no, niega el autoritarismo del que le acusan sus compañeros de DO.

Como cierre, manifiesta su "compromiso con la ciudad de Ourense y el proyecto político que me llevó a la Alcaldía" y lanza una amenaza velada: "El tiempo pone a todo el mundo en su sitio y al final del mandato –que es cuando corresponde hacer balance– los vecinos de Ourense podrán decidir con conocimiento de causa, a la vista de los resultados de nuestra gestión".

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