Jácome suma una treintena de cambios en su equipo tras explotar el bipartito

Política

Su gobierno de 3 ediles, 3 directores generales y 19 eventuales supone un millón al año en bruto, sin contar la Seguridad Socia

Javier Rey / Pablo Galán

Publicado: 30 may 2021 - 06:59 Actualizado: 31 may 2021 - 09:08

Equipo de gobierno de Gonzalo Pérez Jácome en el Concello de Ourense.
Equipo de gobierno de Gonzalo Pérez Jácome en el Concello de Ourense.

Seguir el rastro de las altas y bajas de los trabajadores eventuales del equipo de Gonzalo Pérez Jácome sirve como una cata arqueológica del esquizofrénico mandato que cumple dos años en unos días: aquí hay una huella del acuerdo con el PP, acá se rompe, allí tiene una crisis interna y allá se carga a su primo Félix Álvarez tras filtrarse a La Región cómo el alcalde le propuso a una edil rebelde un empleo a cambio de su acta. Hoy tiene la plantilla al límite -de hecho ha rebosado el tope en mayo y está pendiente confirmar variaciones- y si se acaba reconciliando con los populares está por ver cómo reconfigura una alineación que en los últimos nueve meses ha tenido una treintena de movimientos en su "staff" formado por un coordinador general, dos directores generales, un jefe de gabinete, un director de comunicación, un coordinador de grupo, nueve asesores y siete auxiliares.

Jácome inició el mandato con 6 trabajadores de libre designación pero una de sus primeras medidas -en correlación a su primera petición tras estrenarse como opositor en 2011 o a maniobrar en 2017 para sustituir una dedicación exclusiva de un edil por otro asesor- fue negociar su ampliación: así pasaron a controlar 13 puestos tras el acuerdo con el PP que estiró el cupo municipal hasta los 27 máximos permitidos y la posterior explosión del bipartito le completó su actual músculo de contratación. En total, su equipo supone al Concello 1.006.600 euros brutos al año, sin contar las aportaciones a S. Social.

Criterios de contratación

El propio regidor reconoció que los eventuales cobraban “un dineral” pero que acabarían siendo rentables. Por ahí tiró para justificar la contratación del "city manager", Francisco Cacharro; del director general de RRHH, Eduardo González y cuando propuso la incorporación de otro directivo para Servizos Xerais -tumbada en pleno-. Fueron procesos de concurrencia pública pero nombres como Cacharro o David Olivieri para el centro de IA aparecían en la prensa semanas antes de la resolución. Y la cercanía de Olivieri con el alcalde aporta otro factor más allá del currículum entre los ya sí contratados a dedo.

Porque aunque el personal de libre designación es manejado a su antojo por cada grupo es curioso recordar a Jácome diciendo que en el Concello "sobran enchufados y faltan técnicos cualificados" o criticando que "muchos partidos emplean por emplear" y enfrentarlo a cómo ahora ha ido incorporando a miembros de las listas de DO sin asiento de edil -María Dibuja y Telmo Ucha (antes de ser concejales); Antonio Fernández, María del C. Montero...-. O pasar de arremeter contra el "nepotismo" -en 2016 pidió la dimisión de Araújo por supuestamente haber contratado la concesionaria de limpieza a un sobrino- a fichar él a una prima de Ucha, a una integrante del Trío Pachán en el que tocaba Ojea o a personas de su entorno como su primo Félix -ya cesado-, Andy McBeth -en la Diputación- o el cámara de Auria TV, que empezó el mandato con sueldo municipal, pasó al Pazo provincial y ha vuelto al Concello.

También sorprende cómo un partido que se presentó a las municipales defendiendo la transparencia obstaculizó en cuanto pudo esta información: la última actualización colgada en la web municipal es de diciembre del 2019. Ahí entró, entre otros, Bruno Blanco. Lo hizo como asesor, luego fue rebajado a auxiliar y acabó en el juzgado denunciando que Jácome obligaba a la mayoría de eventuales a "donaciones forzosas". El escándalo se llevó por delante el pacto con el PP, a los ediles críticos y a Víctor Rodríguez y José Manuel Palacios.

Contratación acelerada

Tras el vendaval, el alcalde contrató como asesor al abogado Darío Diéguez y de auxiliar a Xosé Antón Dorrío. A este para hacer funciones de periodista sin serlo, y quizás para demostrarlo lleva desde entonces despreciando el trabajo de periodistas y fotógrafos ourensanos. En otoño también incorporó a Lorenzo Baladrón como un director de comunicación que ha acabado relegando a Eloy Mojón -mantiene su puesto de jefe de gabinete pero está en Infraestruturas- en un núcleo duro en el que sigue Pablo Gavilán, que saltó en noviembre del 2019 de la Diputación al Concello.

Justo un año después, Jácome completó la incorporación de otros cuatro ingenieros -uno ya se ha ido- para su centro de IA. Fueron los últimos fichajes con publicidad hasta la llegada del controvertido Aníbal Pereira y por el medio queda un espacio opaco: sumó al ingeniero de caminos Francisco Lorenzo y a varios auxiliares para reemplazar a Jesús Eirín, Andrés Reinares -creador de varias webs locales- o Camilo Fernández -en la lista de DO en A Merca-.

Desde junio de 2019 solo permanecen en DO como eventuales Mojón, Fernández y Emilio Reboiro dentro de una plantilla que en total suma medio centenar de cambios. El resto de grupos ha tenido dos años más tranquilos: el paso a la oposición obligó al PP a desprenderse de 7 trabajadores y retiene 3; el PSOE cambió un asesor e incorporó a otro; el BNG sustituyó al suyo y Cs mantiene a su auxiliar.

La sombra judicial | Acusaciones de donaciones forzosas para su empresa

La ruptura del pacto DO-PP nace, entre otras cosas, de las acusaciones de Bruno Blanco: el exasesor denunció que Jácome le había nombrado exigiendo una donación forzosa de parte de su sueldo y extras. A esta denuncia se sumaría el escrito en Fiscalía de los ediles díscolos por presuntas irregularidades en la gestión de los fondos del partido. La jueza archivó de forma provisional el caso dejando todas las sospechas sobre la financiación de DO a Contas. El proceso judicial sigue abierto.

¿El más barato? El tope de asesores en el resto de urbes se sitúa en 14 miembros

El gobierno más pequeño de una ciudad española tiene una plantilla de asesores sin comparación en el resto de urbes gallegas. Jácome se agarra a la primera parte de esa frase cuando repite “somos el gobierno más barato de la historia de Ourense” pero se olvida de la segunda mitad, la de la masa salarial de un "staff" desproporcionado si se ve lo que sucede en las ciudades de la Comunidad.

Así, en Vigo, A Coruña y Lugo, los equipos que están al frente del consistorio cuentan con un equipo de 14 personas para el trabajo de campo, una cifra en la línea de lo que había en Ourense hasta la llegada de Jácome al despachon de la Alcaldía.

Mientras, en Santiago, Pontevedra y Ferrol, los gabinetes son todavía más reducidos. En la capital gallega, el gobierno cuenta con nueve asesores, en Pontevedra hay un total de 11 para todos los grupos y en Ferrol hay apenas cinco personas.

Para qué los usa | Cámara, ordenanza o técnico de pasos de cebra, entre las tareas

Jácome no ha dudado en ordenar tareas variopintas para su equipo. Así, el alcalde ha presumido de que miembros del "staff" han revisado uno a uno los pasos de peatones para ver cuáles se podían elevar (lo anunció pero no lo ha cumplido) o analizado los pliegos del mantenimiento semafórico para poder limpiar los elementos. Uno de ellos, con sueldo público, es el cámara de la televisión privada del regidor mientras que ahora tiene a una persona controlando las colas en el consistorio.

GRÁFICO: El equipo de Jácome en el Concello de Ourense

[Pulse en las flechas para consultar el listado de 6 páginas de cargos]

Oposición VS Alcaldía: las contradicciones de Jácome

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