El juzgado cita a la víctima del tiroteo de Maceda, clave para el caso

La Guardia Civil. frente al edificio en el que ocurrieron los hechos.
photo_camera La Guardia Civil. frente al edificio en el que ocurrieron los hechos.
El presunto autor de los disparos fue a Maceda a entregar una herramienta, dijo el amigo que confesó. Ahora es el turno de David Rodríguez "Choupi", quien declarará el miércoles

David Rodríguez, alias “Choupi”, la víctima del tiroteo de Maceda del pasado dos de noviembre, comparecerá este miércoles ante el juez de Instrucción 1, Leonardo Álvarez Pérez, en calidad de testigo. El magistrado que lleva el caso considera vital para el futuro de la instrucción la versión del lesionado, quien ya obtuvo el alta hospitalaria tras recibir tres tiros y ser intervenido de urgencia.

En estos momentos, la investigación descansa sobre la declaración incriminatoria de Choupi ante los agentes policiales, pero no tiene validez jurídica alguna al no estar presente el abogado del principal  imputado, Jesús R.O., un vecino de Pereiro de Aguiar de 37 años, pintor de profesión y amigo del perjudicado, quien quedó en libertad el pasado domingo, aunque no se podrá aproximar al denunciante a menos de 500 metros.

Pero esta declaración no tuvo suficiente peso el día en que pasó a disposición judicial el investigado en una tentativa de homicidio/asesinato (el juez contempla también la opción de tentativa de robo violento) porque había ofrecido una versión totalmente diferente en una primera ocasión. “Es verdad que el perjudicado reconoce a David como la persona que disparó contra él, pero no es menos cierto que dicha manifestación se hizo en sede policial y tras una primera declaración en la que no fue capaz de identificar al autor de los hechos, lo que indudablemente resta credibilidad a la segunda declaración”, asegura el juez en el auto en el que deniega la prisión provisional de Jesús R.O.

Asimismo, el juez quiere despejar otra incógnita importante: el porqué Choupi intentó ponerse en contacto con el investigado ese día, antes de los disparos, a las 21.30 horas, tal como acredita el análisis de los móviles.  Ambos se conocían de antemano,  pero, según dice el juez, “no está clara hasta la fecha la relación existente”. Los investigadores no descartan alguna transacción ilícita que no llegó a buen puerto o deudas. Constan llamadas entre ambos y fueron vistos en algún bar de la zona. 

La Policía Judicial también apoyó la detención en las declaraciones de otro de los investigados en este caso, Miguel Ángel S.G., la persona que, según relató a los agentes, llevó a Jesús en su coche el día del tiroteo a Maceda porque le dijo que debía entregar una herramienta a su cuñado. El juez también citó para mañana a este familiar en calidad de testigo. Miguel asegura que al llegar a Maceda se separaron y que cuando su amigo regresó al coche “estaba totalmente tranquilo”, sin síntomas de haber tenido un incidente de la gravedad de los hechos investigados, ya que manifestó que no estaba agitado ni sudoroso.

El arma con la que se efectuaron los tres disparos que casi le cuestan la vida a Choupi no apareció y los vecinos tampoco pudieron arrojar luz. No le pusieron rostro. Vieron a una persona abandonar repentinamente el piso del número 1 de la calle Cardenal Quiroga, pero no fueron capaces de identificarla. La ropa que llevaba (vaqueros y chaqueta de color negro) la persona que huía coincide con la descripción de la vestimenta que hizo la mujer del detenido al igual que la complexión. 

48 llamadas de su mujer

Asimismo, en este caso, el teléfono móvil del principal imputado no sirve para incriminarlo, aunque al juez le llamó la atención que lo dejase en modo avión entre las 20.41 del 2 de noviembre y las 01.13 horas (el delito se cometió a las 21.30 horas) y que su mujer en ese tiempo lo llamase hasta en 48 ocasiones.

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