Llueve sobre mojado en los pergaminos de la Catedral de Ourense

La Catedral de Ourense espera solución al temporal: un mes después, libros del siglo XIV siguen secándose con un deshumidificador y el minucioso trabajo de pasar, continuamente, las páginas de cada documento

Los documentos del Museo Catedralicio agonizan un mes después del gran temporal que obligó a la Diócesis a poner a salvo, en tiempo récord, un centenar de pergaminos del siglo XIV de uno de los archivos históricos más relevantes de España en materia religiosa. El diluvio se coló entonces por las estanterías -ahora inservibles, ya se piensa en reciclarlas- y afectó a varios libros.

El Misal Auriense, los Privilegios de Alfonso X el Sabio o los documentos monásticos suprimidos por la Desamortización siguen sobre las mesas y los bancos de un museo que languidece por un viejo enemigo, las humedades y filtraciones de agua. Con las últimas lluvias, se sumó una nueva víctima: varios centenares de libros modernos, de un coleccionista privado, viajan ahora al Seminario para librarse del desastre. Cuentan, mayoritariamente, la historia de Ourense.

Peor suerte corre la documentación de la Catedral de San Martiño. Aunque desde la delegación de Patrimonio insisten en que la mayoría de los pergaminos no están afectados por las filtraciones de agua, el centenar de archivos religiosos sigue sobre la mesa, con la labor minuciosa de pasar las páginas de cada libro continuamente. Esto ayuda a secarlas, tarea de la que se encarga principalmente el deshumidificador convencional instalado en la primera planta del archivo. Ayer a la mañana marcaba un 58% de humedad, pero ya estuvo a más del 90%. “El problema es que sigue cayendo agua y están saliendo hongos”, dice el delegado de Patrimonio, Luis Manuel Cuña.

La Xunta licitó la semana pasada las obras de restauración del cimborrio y la fachada sur de la Catedral. El objetivo, entre otros, es atajar las goteras y las humedades del templo. Los trabajos cuestan medio millón de euros. 

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