Cada país está gestionando la crisis derivada del coronavirus a su manera, pero lo que tienen claro los ourensanos que están viviendo esta situación fuera es que España es de los países más restrictivos en lo que se refiere a medidas sanitarias.
Los ourensanos a los que les ha tocado vivir el covid en el extranjero lo tienen claro: España es de los países que más medidas y más restricciones está tomando para poner fin a la escalada de contagios. En otros países, tanto europeos como del resto del mundo, parecen estar menos preocupados, lo que hace que sus gobiernos dejen más libertades a sus ciudadanos, aunque no en todos los contextos.
Así, desde Argentina hasta Irlanda, pasando por México o Guatemala, las realidades sociales como el brexit en Reino Unido o las manifestaciones ciudadanas en Chile se han visto relegadas por esta emergencia sanitaria que ocupa la cabeza de habitantes y dirigentes, actuando de formas muy diferentes para tratar de acabar con la pandemia adaptándose a sus coyunturas sociales particulares, que nada tienen que ver unas con las otras.
Lucía Sánchez (Irlanda): “La nueva variante ha hecho que se tomen muchas medidas”
Lucía Sánchez es originaria de A Rúa y vive en Carlow, una villa de cerca de 25.000 habitantes a 80 kilómetros de Dublín. Destaca que “hay mucho miedo a la nueva variante y se están tomando nuevas medidas”. Entre ellas, resalta el cierre del ocio nocturno, el límite horario de los bares a las 12,00 horas, la extensión del uso del certificado covid o la necesidad de presentar una PCR negativa para entrar al país. Pero hay otra medida que “ha causado mucho revuelo, ya que ahora es obligatorio que los niños de más de 9 años lleven mascarilla en la escuela, ya que hasta ahora no era obligatoria”.
Sobre la vacunación, cuenta que “por trabajar en una farmacia, a mí me acaban de poner la tercera dosis”. Este proceso se está extendiendo a los mayores de 50 años, disponiendo incluso de algunos puntos -como farmacias- a los que acudir sin cita previa, aunque asegura que “están colapsados y están pidiendo que la gente deje de ir porque no pueden atender a todo el mundo”.
Elva Fernández (Reino Unido): “Mucha gente aún no ha vuelto a trabajar presencialmente”
Elva Fernández vive en Oxford, en el sur del Reino Unido y remarca las grandes diferencias entre el ocio y el trabajo: “Aquí, mientras las medidas para el ocio son muy laxas, hay mucha gente que aún no se ha reincorporado presencialmente a su puesto de trabajo desde el inicio de la pandemia”. Explica que “ahora ya empiezan a exigir llevar puesta la mascarilla, porque hasta el momento no lo era, ni en interiores ni en exteriores”. Además, destaca que “nadie lleva mascarilla”. En la actualidad, parece que el gobierno británico está empezando a reaccionar, mientras los casos “se doblan cada dos días y no descartan volver a un confinamiento en enero”.
De esta población de más de 150.000 habitantes, destaca que “cuando no hay estudiantes, la población se reduce bastante y la gente que vive aquí es muy respetuosa”. Además, recuerda que durante el confinamiento se les permitía salir a la calle y la mayoría de la gente lo hacía “sin mascarilla”.
Sobre el proceso de vacunación, Fernández cuenta que ya la han llamado para inocularse la tercera dosis “la semana que viene”. “En general, sí se están vacunando”, afirma. Reduce el movimiento antivacunas a “agrupaciones ultrarreligiosas de extrema derecha, aunque son residuales”.
Diego Fernández (Chile): “Quen non se vacinou foi porque non quixo facelo”
Diego Fernández se encuentra actualmente en Celanova, aunque pasó la mayor parte de la pandemia en Santiago de Chile. “As diferenzas sociais entre España e Chile fan que alí sexa moito máis complicado tomar medidas”, explica, ya que “por exemplo, aínda que os negocios estean pechados, hai moito comercio nas rúas que é imposible de controlar”. Además, afirma que “outro dos problemas son as festas ilegais, sobre todo ao principio da pandemia, cando había moita xente sen vacinar, concentradas sobre todo nos barrios máis ricos”.
Incide en que “quen non se vacinou foi porque non quixo”, argumentando que fue el propio presidente chileno, Sebastián Piñera, quien financió personalmente la adquisición de dosis de Pfizer para su país. En la actualidad están rondando el 90% de vacunados y “xa están vacinando nenos de 5 a 11 anos de forma ordinaria, e de 3 a 5 extraordinariamente”.
Destaca que “en Chile sempre coincide a peor época con abril”. Esto, según explica, se debe a que es por esas fechas cuando “empezan as clases dos nenos”. Sobre el toque de queda, subraya que “non é nada novo en Chile, xa que antes da pandemia estaba acontecendo unha importante revolución social, e levamos preto de ano e medio con toques de queda”.
Sandra Fernández (Guatemala): “O cambio de goberno prexudicou moito a situación”
Sandra Fernández es una joven celanovesa que vive en Ciudad de Guatemala, la capital del país y hace hincapié en que “a pandemia pillou un cambio de goberno”, y que esto provocó que “ao principio se xestionase moi ben, creando hospitais provisionais e con restriccións duras; pero co paso do tempo hai falta de probas e medicamentos e un aumento brutal dos casos, aínda que agora levan dous meses caendo”.
Además, Fernández subraya que hay dos realidades “moi relevantes”: “A desigualdade entre a cidade e o rural e a corrupción, que fai que se antepoñan os intereses económicos ao benestar da poboación”. “Segundo te afastas da capital, o uso das máscaras cae drasticamente”, apunta Fernández. Sobre la concienciación en el país centroamericano, cuenta que “o medo xa non está presente e a poboación está retomando a súa vida prepandemia. Xa non é unha prioridade, nin para o goberno nin para o pobo”.
María Silvana Reynoso (Argentina): “Las elecciones propiciaron una subida de casos”
Silvana Reynoso vive en Buenos Aires y es la presidenta del Centro Partido de O Carballiño en Argentina. Sobre la situación en el país sudamericano, Reynoso destaca que “el 80% de la gente tiene la segunda dosis y ya están comenzando con la tercera, aunque hay mucha mezcla de recetas”. Sobre el aumento de casos, señala a la relajación de las medidas por las elecciones como “uno de los factores que está influyendo en que los casos continúen creciendo”. Remarca que “los argentinos ahora sí tienen miedo al covid”.
María Victoria Sánchez (México): "Las medidas no son muy exigentes, solo en ciertos lugares"
María Victoria Sánchez reside en Ciudad de México. Argumenta que “el manejo de la pandemia en el país ha sido fatal. Al principio el sistema hospitalario colapsó por completo”. Reconoce que “aún queda mucha gente por vacunar, aunque el movimiento antivacunas no tiene mucha fuerza en el país”. Sobre las restricciones, comenta que varían. “En general son poco exigentes, pero depende del lugar al que vayas”.
