Crisis del coronavirus

Ourense confía en beneficiarse de una desescalada con matices más locales

OURENSE (BISPO CESÁREO). 29/04/2020. OURENSE. Ambiente diario en Ourense en pleno confinamiento por el estado de alarma decretado ante el coronavirus. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera Tres personas, paseando ayer por la ciudad de Ourense.// FOTO: ÓSCAR PINAL
Feijóo y Baltar exigen "coordinación" para ejecutar un plan que el Gobierno parece dispuesto a adaptar a realidades territoriales

Desescalada, fases, nueva normalidad. Son conceptos que desde la tarde del martes se han colado en los domicilios de toda la población después de que el Gobierno central aprobase en Consejo de Ministros una hoja de ruta para empezar a dejar atrás las estrictas medidas de confinamiento y limitación de la vida social pero que, según reconoció el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tiene todavía muchos aspectos que cerrar y concretar. Hay ambigüedades que no quedarán aclaradas hasta que se dicten las correspondientes órdenes ministeriales en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde sí aparecerán las reglas a partir de las cuales los diferentes sectores podrán organizarse para poner en marcha el motor de una actividad económica totalmente al ralentí por el intenso impacto del coronavirus.

Diferencias

Las primeras fricciones a raíz del plan de desescalada aprobado en Consejo de Ministros no se han hecho esperar y buena parte de los responsables de las comunidades autónomas –entre ellos el de Galicia, Alberto Núñez Feijóo– han puesto en el grito en el cielo por el marco definido por el Ejecutivo central en cuestiones tan básicas como establecer la provincia como unidad de referencia para aplicar las acciones de cada fase, algo que ahora ya no parece que sea seguro.

"Es un plan dinámico, no estático. Todo se detallará en cada una de las órdenes ministeriales que en cada momento dictemos. Ya establecemos que las comunidades autónomas podrán hacer planteamientos distintos y, si se cumplen las condiciones, se pueden adaptar las soluciones", señaló ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, sobre las peticiones lanzadas de aplicar matices más locales en la ejecución de las fases de la desescalada, dado que la colaboración de autonomías, diputaciones y ayuntamientos se antoja fundamental para el éxito de las medidas.

El Gobierno reconoce abrirse así a facilitar la vigilancia del camino hacia la "nueva normalidad" por áreas y distritos sanitarios, lo que permitiría también un trato diferenciado al rural, "ya que echamos en falta un tratamiento más específico", explicó ayer Feijóo.

La diferenciación por distritos sanitarios daría una oportunidad de avanzar más rápido a las zonas rurales, ahora castigadas

Optimismo en el máximo responsable del área sanitaria, Félix Rubial, aunque apuesta también por tener "cautela"

El ministro de Sanidad garantiza que "estamos ante un plan dinámico" y que el gobierno escuchará 
a las autonomías

De fructificar esta posición, Ourense partiría con ventaja, como reconoció el presidente de la Xunta, para avanzar en función de lo que dicten los indicadores epidemiológicos, de movilidad y socioeconómicos de los distritos de Ourense, Verín y Valdeorras. Entre la información sanitaria que se tendrán en cuenta están la evolución de los contagios o la capacidad de los hospitales para ofrecer una ágil respuesta a un posible brote, aspectos en los que tanto la provincia como el conjunto de Galicia muestran una evolución muy positiva en comparación con lo que sucedía en la fase más aguda de la pandemia, a la que es ajena una gran parte de los concellos ourensanos, como señalan expertos y alcaldes de la provincia.

El gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco, Félix Rubial, afronta con optimismo esta proceso de desescalada, pero también con la necesaria cautela. "Estamos traballando en ver todos os indicadores, non me gustaría adiantar nada ata coñecer a fotografía da provincia, pero as cifras son boas", apunta Rubial, convencido también de que la experiencia acumulada en las últimas semanas es una garantía para abordar un posible repunte de los contagios. "A experienca tamén conta", expone.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, reconoció ayer estar "expectante" sobre la ejecución del plan, reclamando "coordinación" al Gobierno central, valorando que "se defende ás provincias como área territorial que teñen o seu propio peso e o seu goberno", pero reconociendo el acierto de poner el foco lo máximo posible, "como propón Feijóo, por áreas sanitarias". Así, Baltar añade que espera "certidume, basearse en criterios científicos e non estar dando bandazos", convencido de que las reuniones con las autonomías y la Federación Española de Municipios y Provincias servirán para mejorar el plan para la desescalada.

Primeros pasos

Sin concreción sobre cuáles serán los territorios que el 11 de mayo puedan entrar en la fase 1, sí hay ya certezas como la de que a partir de este sábado puedan salir a la calle a dar paseos los adultos en solitario o con aquellos que convivan en un mismo domicilio, así como aquellos que quieran practicar deporte individual. Sin embargo, los detalles aún se conocerán hoy a través de una orden que firmará el ministro de Sanidad, estando sobre la mesa la posibilidad de que se establezcan franjas durante el día para dosificar las salidas de la población y que no haya masificaciones. No es descartable que se regulen también los paseos de los menores de 14 años.

Un primer punto de inflexión llegará el lunes, con todo el Estado (salvo algunas islas) en fase 0 y con la posibilidad de que pequeños establecimientos puedan abrir con cita previa para una atención individualizada de los clientes, permitiéndose también a los locales de hostelería entregar pedidos para llevar, a diferencia de lo que sucedía hasta ahora al estar activa solo la entrega a domicilio.

Dudas

A nivel de movilidad y de resucitar la actividad, el primer gran cambio se espera en la fase 1, con el marco temporal orientativo del 11 de mayo para entrar en ella. "La incógnita fundamental es cuáles son los parámetros y variables que se van a emplear. No se concreta el punto de corte, no sabemos a partir de qué datos sanitarios el Gobierno va a autorizar el paso a la siguiente fase", lamentaba ayer Feijóo, preocupado también por las limitaciones de movilidad interprovinciales o los contactos entre familiares. Salvador Illa no aclaró ayer en qué condiciones se podrán realizar visitas, ya que el plan solo habla de "contacto social en grupos reducidos para personas no vulnerables ni con patologías previas".

Este período está también marcado en rojo por el pequeño comercio, al permitirse abrir los negocios con la obligación de limitar el aforo al 30% y garantizando una distancia mínima de dos metros entre los clientes. Los locales de hostelería podrán recuperar sus terrazas, aunque solo se permitirán un 30% de las mesas que consten en la licencia. Las bibliotecas estarán también a disposición de la ciudadanía para préstamo de libros y lectura, con aforo limitado. La cultura también podrá empezar a brotar, con actos y espectáculos en lugares cerrados con menos de 30 personas y museos a una tercera parte de su capacidad.

En cuanto a la actividad deportiva no profesional, podrán abrir las instalaciones al aire libre para practicar deportes sin contacto, pero no los gimnasios, que deberán esperar a la fase 2 de la desescalada, con lo que mínimo hasta finales de mayo deberán permanecer cerrados, dado que se ha establecido un período de dos semanas para cada una de las fases.

¿Y las segundas residencias?
Además de flexibilizarse las condiciones de grupos para el contacto social, el poder dar el salto a la fase 2 de la hoja de ruta diseñada por el Gobierno si los indicadores epidemiológicos así lo avalan flexibilizará mucho más la vida de los ciudadanos. "Se permiten los viajes a segundas residencias siempre que estén en la misma provincia", recoge el plan de desescalada, permitiendo también la recuperación de eventos como bodas para un número limitado de asistentes.

La polémica ha surgido también por la inclusión en este período de la apertura de los centros educativos para que aquellos padres que no tienen opción de dejar a su hijo menor de 6 años con otra persona, puedan conciliar, algo que ha generado recelo, como apuntó el presidente de la Xunta: "Se pedirá una aclaración sobre ese concepto difuso y confuso que es la apertura de las guarderías".

También se reserva para esta fase la apertura de los centros comerciales, con las limitaciones de aforo del pequeño comercio, o actividades como autoescuelas o centros educativos. En la hostelería, el interior de los establecimientos volvería a estar operativo sin posibilidad de estar en la barra, con la posibilidad de ocupar únicamente un tercio del aforo. Cines, teatros y auditorios podrían también recuperar su actividad.

Habría también una mayor flexibilidad para actos y espectáculos culturales, con la posibilidad de organizar eventos al aire libre para un máximo de 400 personas siempre y cuando sea sentado y manteniendo la distancia, con la actividad de la ciudad a expensas de lo que decida el gobierno municipal de Ourense, donde el alcalde, de manera unilateral, anunciaba hace unos días la suspensión de cualquier tipo de evento hasta el otoño.

Más relajación

La última de las fases concebidas antes de alcanzar la "nueva normalidad" anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, relajaría todavía más las condiciones de las actividades permitidas en fases anteriores, con posibilidad de acudir a visitar a familiares en residencias de mayores o el levantamiento de la prohibición de utilizar zonas comunes en áreas comerciales. En cafeterías y restaurantes, se podrá consumir en la barra siempre que haya una separación mínima de 1,5 metros entre clientes, mientras que se posibilita la apertura de discotecas y bares nocturnos si el aforo no supera un tercio del total. 

LAS CIFRAS DE LA DESESCALADA
Plan inicial
El Gobierno establece cuatro fases diferenciadas, con la provincia como referencia.
Quejas
Feijóo y otros presidentes autonómicos critican que se fije la provincia y piden adaptarlo a realidades territoriales, como sucede en Galicia con las áreas y distritos sanitarios,
Requisitos
Los indicadores epidemiológicos, de movilidad y socieconómicos fijarán quién puede avanzar, sin que se haya concretado nada por ahora.
Evolución
La tendencia de contagios en Ourense ofrece una buena perspectiva, especialmente en las zonas rurales, que confían en un trato diferenciado.
Incertidumbre
Los sectores afectados como el comercio o la hostelería exhiben muchas dudas por los requisitos para ponerse en marcha.
Restricciones
La limitación de la movilidad a la provincia genera recelos, ya que se impone hasta finales de junio.


PRESIÓN PARA FLEXIBILIZAR LA MOVILIDAD EN LA COMUNIDAD

"No parece razonable fijar la provincia como límite para la movilidad, si en Galicia tenemos dos o tres a un mismo ritmo, ¿cuál es el motivo de no poder desplazarte hasta superar la fase 3?", criticaba ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo sobre la decisión de restringir los desplazamientos de una provincia a otra hasta concluir el período de desescalada, lo que situaría al menos esa fecha en finales de junio.

Pese a esa advertencia, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dejaba claro ayer que en un principio no entra en los planes relajar los controles sobre la movilidad, considerando que será un factor clave para no dar pasos atrás en la lucha para alcanzar la nueva normalidad.
"Habrá que ser muy estricto cuando hay una política de asimetría, la movilidad y el control interterritorial va a tener un elemento trascendental en términos de garantizar la salud", señaló Grande-Marlaska.

Sanidad especificará hoy los detalles para los paseos y salidas para deporte individual

El ministro invita a esperar a la orden ministerial para aclarar cómo serán las reuniones

Tendrán que esperar, si todo va bien, a finales de mayo, siempre dentro de la provincia

En este sentido, desde la Xunta se pone el foco en la importancia de tener en cuenta la relación de los municipios en función de las comarcas y áreas sanitarias, destacando situaciones como las que se dan en localidades situadas en puntos limítrofes de las provincias.

"Un 10% de los concellos están en esa situación", expuso ayer el presidente de la Xunta para reclamar cambios en el plan de desescalada. Hoy en el Senado y el domingo en la conferencia de presidentes autonómicos, los líderes políticos tendrán la oportunidad de plantear esas modificaciones al presidente del Gobierno.

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