Ourense se queda atrás en inversión con respecto a otras ciudades de población similar

La falta de inversiones en la provincia se lleva cronificando durante los últimos años, con proyectos poco ambiciosos y trabas que bloquean el desarrollo de las pocas obras que ven la luz al final del túnel. Tan solo la llegada de la alta velocidad, que de momento se detiene en Ourense en su camino hacia Santiago, ha paliado esta tendencia. La ciudad, de 103.756 habitantes -cifra oficial del INE-, sufre un agravio comparativo en materia de inversiones.

Las obras del primer tramo de la circunvalación norte continúan prácticamente paralizadas. Este vial, primer tramo a su vez de la autovía a Lugo, tendrá un coste de 28 millones. Otro gran proyecto en Ourense es la construcción de la estación intermodal, licitada por segunda vez a principios de mes, para la que se prevé una inversión de casi 135 millones de euros. La variante exterior -nueva entrada de la alta velocidad, con dos de cinco tramos en obras- supone la mayor inyección de fondos para la ciudad: Adif estimaba un gasto de unos 475 millones de euros en 2018, que se ha incrementado tras la subida de los precios de materiales de construcción.

Agravio comparativo

A la hora de confrontar las inversiones en la ciudad con las que reciben otras urbes de población similar, el agravio es manifiesto. Santiago de Compostela y Lugo tienen un tamaño parecido a Ourense, sin salir de Galicia. Más allá del Padornelo, ciudades como León, Girona o Jaén gestionan proyectos multimillonarios en sus agendas de proyectos.

El ejemplo más claro, dentro de Galicia, es el desarrollo de las estaciones intermodales. La de Santiago ya entró en la fase final de las obras, con la construcción de la nueva estación de ferrocarril como colofón a años de intervención. El coste ronda los 30 millones de euros, a los que se tienen que sumar los 14 millones de la estación de autobuses. La intermodal de Lugo está a la espera de que se adjudiquen los trabajos apenas nueve meses después de la firma del convenio entre Gobierno, Xunta y Concello. Este paso se dio en Ourense en el año 2016, pero las obras apenas se acaban de licitar.

Sin salir de la comunidad autónoma, otro ejemplo son las conexiones por carretera. Ambas ciudades gozan de buenos accesos a las otras ciudades de Galicia. En el caso de Santiago, incluso con las capitales comarcales circundantes. La excepción es la autovía A-54 entre Santiago y Lugo, cuyos trabajos están en su fase final.

Más allá de Galicia

Si es sonrojante la diferencia en la velocidad a la que avanzan los proyectos según la ciudad gallega de la que se trate, también lo es si se compara con el resto de ciudades de España. Urbes de población similar a Ourense como Girona o, más de lejos, León, captan grandes inversiones estatales para fomentar proyectos con potencial para aumentar su competitividad. De hecho, muchos de ellos ya han sido finalizados. Por mencionar algunos, se trata de soterramientos de vías o nuevas estaciones subterráneas, así como autovías o circunvalaciones de gran capacidad.

Creación de empleo

Pero la falta de inversión no solo se hace patente en infraestructuras, sino también en proyectos capaces de fijar población. El Gobierno invertirá cientos de millones de euros en Jaén para construir el Cetedex, un complejo dependiente del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial que se dedicará a la investigación tecnológica, con fines tanto militares como civiles. Se estima que puede generar alrededor de 2.600 nuevos puestos de empleo en una ciudad con una población similar a la ourensana.