La profesora Maite Estévez, maestra de varias generaciones en Ourense, se despide de sus alumnos tras 40 años dedicados a la enseñanza en el colegio Salesianos. Así fue la sorpresa que le dieron sus compañeros profesores y alumnos de todas las edades.
"¡Vaya día tuvo hoy Maite, como para no olvidarse en la vida!", decía uno de sus últimos alumnos al salir este lunes de clase. El chico estaba todavía sorprendido por lo que le habían preparado entre todos el mismo día que cumplía años y decía adiós al colegio en el que había estado más de media vida.
Para el alumno era la primera jubilación que vivía, pero más sorprendida estaba la protagonista que, sin esperar un paseíllo al estilo Amancio Ortega en Arteixo, se veía desbordada por la emoción, las palabras de cariño e infinidad de besos y aplausos de sus chicos.
¡Y que me quedé sin palabras!. Si durante cuarenta años tuve palabras fuertes, duras, maravillosas...
La profesora Maite Estévez, Doña Maite o la Maite, dependiendo de a quién se pregunte, cerraba así, este lunes, un largo camino en el Colegio María Auxiliadora. Cuatro décadas dedicadas a impartir clase a muchas generaciones de alumnos en Ourense. La última clase, esa de última hora de los lunes que tanto cuesta, se había convertido en un homenaje colectivo, con paseíllo incluido.
No faltaron los actuales alumnos de Bachillerato y de la ESO. Todos se animaron al adiós. Se abrieron las puertas de uno de esos pasillos por los que han pisado tantos de sus estudiantes y Maite se encontró a todos ellos.
En este video se puede ver cómo vivió la profesora Maite su despedida:
Le cuesta dejar atrás tantas horas de clases con sus chicos, pero "ahora toca disfrutar de mis nietos", decía días antes, mientras esperaba la llegada de su último nieto. Se lleva el cariño de los alumnos de esta última etapa y seguramente de muchos de los que pasaron por sus clases.
"La celebración fue un hermoso tributo a una carrera dedicada a la formación y al impacto positivo en la vida de sus estudiantes"
¿También te dio "la Maite"?
En los comienzos, Maite era de las pocas profesoras mujeres en Salesianos, de las más jóvenes y, según a quién preguntes, de las más enrolladas. Divertida, cercana, con capacidad para enseñar desde el diálogo y las bromas, Maite no dejaba indiferente. Y así cierra su etapa profesional, dejando huella en toda la comunidad educativa del colegio.
"No tengo palabras, me quedé sin palabras dedicándome toda la vida, durante cuarenta años, a dar clase de lengua. ¡Y que me quedé sin palabras!. Si durante cuarenta años tuve palabras fuertes, duras, maravillosas... ¡es imposible!", explicaba emocionada en medio de un pasillo repleto de alumnos.
Mensaje a sus alumnos
Maite se despidió de todos deseando lo mejor en el futuro a cada alumno. "Os deseo lo mejor del mundo, que la vida os sonría y que lo paséis muy bien, aunque a los casi universitarios ya no les hace falta ese consejo", aclaraba cómplice con los alumnos de bachillerato.
Un mensaje de Maite que pronto se correspondía con otro del colegio que decía así:
"La celebración fue un hermoso tributo a una carrera dedicada a la formación y al impacto positivo en la vida de sus estudiantes después de 40 años de servicio en Salesianos. Muchas gracias, Maite, que tengas una feliz jubilación y aquí sigues teniendo tu casa".
No todos los profesores pueden presumir de irse del colegio con esta mochila.
