La Policía Nacional sopló ayer las velas de su bicentenario. Se cumplieron dos siglos desde que la Real Cédula del 13 de enero de 1824 constituyó la Policía General del Reino, el primer cuerpo policial con dimensión nacional. Los agentes ourensanos celebraron la efeméride por todo lo alto con un acto frente a la comisaría de As Lagoas que la meteorología no consiguió empañar.
El encuentro fue presidido por el subdelegado del Gobierno, Emilio González, y el comisario provincial de Ourense, Cástor Vázquez, quienes ofrecieron sendos discursos. Asimismo, asistieron autoridades de la ciudad y de la provincia, como el presidente de la Diputación, Luis Menor, y el delegado territorial de la Xunta, Gabriel Alén. Comenzó con el izado de la bandera nacional, tras el cual ambos tomaron la palabra.
Primero lo hizo el comisario, que calificó la jornada de “día histórico”. “Queríamos compartirlo con todos ustedes, con la sociedad a la que servimos”, proclamó frente a un grupo de agentes en formación y rodeado por el público asistente. Vázquez destacó el “mismo espíritu de servicio” que mantuvo la Policía Nacional “a lo largo de estos dos siglos de cambios de toda índole”, y recordó la misión que la Constitución encomienda al cuerpo: “Proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad nacional”.
“Señoras y señores, la Policía Nacional ha trabajado incansablemente por y para los ciudadanos”, afirmó después de mencionar los “centenares” de policías que perdieron la vida en acto de servicio. “Siempre estarán en nuestra memoria, en nuestro recuerdo”.
Institución moderna
El comisario hizo hincapié “en el escenario difícil que nos ha tocado vivir de tiempos vertiginosos” con una “actividad delincuencial que no deja de reinventarse”. Vázquez manifestó que la Policía es “una institución moderna, bien formada, querida y valorada por la sociedad” que hace de la profesionalidad “la piedra angular” de su trabajo. Tras dar la enhorabuena a los policías, declaró que la bandera izada “es la de una gran nación, símbolo de la soberanía nacional y de los valores superiores expresados en la Constitución”.
Después del comisario, tomó el micrófono Emilio González, quien agradeció “o esforzo e o traballo de todos os que forman parte da Policía Nacional e que defenden a súa labor dende o ano 1824”. En este sentido, dijo que la Policía, a lo largo de estos dos siglos, “respondeu ás demandas da sociedade”, y calificó el cuerpo como “unha das institucións máis valoradas e queridas do noso país”.
El subdelegado del Gobierno apuntó la violencia de género y la ciberdelincuencia como “dúas grandes lacras”que debe afrontar la Policía Nacional. “Tedes unha responsabilidade especialmente complicada e non sempre debidamente recoñecida. Gustaríame que estas palabras servisen tamén de homenaxe a aqueles e aquelas policías nacionais que deron a súa vida en acto de servizo”, apostilló el representante gubernamental.
Homenaje
Precisamente a los agentes caídos se rindió tributo después de la lectura de discursos. Se ofreció una corona de laurel a los pies del Santo Ángel de la Guardia, en representación de los Santos Ángeles Custodios, el patrón de la Policía Nacional.
Acto seguido, se cantó a coro el himno del cuerpo. Fue el colofón al cumpleaños que oficializa la entrada en su tercer siglo de historia. Justo antes de que los agentes de gala rompieran filas, empezó a llover. Nadie se movió. Fue el mejor ejemplo de que los agentes, salga el sol o bajo el peor de los temporales, llevan 200 vueltas a la Tierra sirviendo al ciudadano.
De la Policía General del Reino de 1824 al actual cuerpo, nacido en 1986
El izado de bandera de ayer y la iluminación de edificios y monumentos de azul en la provincia sirven para conmemorar dos siglos de historia en los que la Policía Nacional sufrió una constante transformación. El origen del cuerpo se remonta al 13 de enero de 1824. Por iniciativa de Fernando VII, se promulgó la Real Cédula por la que se creaba la Policía General del Reino, el primer cuerpo policial nacional para “garantizar el bien y la seguridad pública”.
A partir de ahí, la Policía fue evolucionando con diferentes denominaciones. Los diversos nombres bajo los que actuó -Cuerpo de Protección y Seguridad, Cuerpo General de Policía, Cuerpo Superior de Policía, entre otros- ampararon siempre “un mismo espíritu de servicio público”, tal y como trasladan desde la propia institución.
La Policía, tal y como la conocemos hoy, data de 1986, cuando el Cuerpo Superior de Policía -de naturaleza civil- se fusionó con el Cuerpo de Policía Nacional, antiguo Cuerpo de Policía Armada, de naturaleza militar. De esa unión surgió el Cuerpo Nacional de Policía, renombrado como Policía Nacional en 2015.
Desde aquel 1824 en que se dotó a la nueva fuerza de seguridad de “unidad, extensión y fuerza” han pasado dos siglos en los que se ha transformado en un cuerpo moderno, que defiende los valores de la Constitución. En 1979, 42 mujeres juraban su puesto en la Policía. Ahora son 12.600, lo que significa que representan casi el 18% del total de 74.000 agentes a nivel estatal.
Además, el auge de la ciberdelincuencia ha motivado la adaptación a un escenario en el que la tecnología es también un campo de batalla contra el crimen. La Policía cuenta con la Unidad de Investigación Tecnológica para perseguirlos y garantizar la seguridad del ciudadano cuando se encuentra navegando en internet.
