Comer en Ourense | La resistencia del “Pepinillo”

Ourense. 18/12/2021. 75 aniversario do Bar Pepinillo. Na foto Andrés Fernández e Suso Fernández.
photo_camera Andrés Fernández y Suso Fernández, a cargo del Bar Pepinillo (XESÚS FARIÑAS)
El Bar Pepinillo está de aniversario: cumple 75 años. La suya es una historia de resistencia que circula paralela a las vidas de varias generaciones de ourensanos. “Cariño y calidad”, esa es la clave de la larga vida de este emblemático local.

El Bar Pepinillo, ubicado en la céntrica rúa Reza, es uno de los establecimientos de más larga tradición de toda Galicia: esta semana cumplió 75 años tras pasar de generación en generación durante todo este tiempo, y aún mantiene una carta de 60 bocadillos. Una docena de ellos, como el bocata de mejillones y pepinillo, lleva el ingrediente estrella. 

Su cincuenta aniversario se celebró por todo lo alto, despachando bocadillos a un precio de cuatro pesetas, por lo que se abarrotó el local. En los últimos años, ya dentro del euro, la tradición era cobrarlos a tantos céntimos como dicte el aniversario. Pero la celebración del 75 cumpleaños tendrá que esperar. Como explica su gerente, Andrés Fernández, llenar el local no es una buena idea en tiempos de pandemia. Los bocatas fríos (con bebida incluida) por 75 céntimos tendrán que esperar. “Pero para el año, si todo va bien, celebraremos el 76 menos 1 aniversario”, bromea Fernández. 

¿El secreto para mantener abierto durante tantos años un local? “Cariño y calidad”, añade. La pandemia es dura, la crisis inmobiliaria del 2008 también lo fue, pero no hay que perder la perspectiva. “Llevamos 75 años y aquí sufrimos hambrunas después de la guerra”, compara. Fernández está al frente desde 2008. Su deseo, como el de todos los locales, es poder abrir todo el año, y sobre todo dejar atrás ese aciago 2020 en el que solo sirvieron bocadillos con pepinillo durante seis meses. Dando fe de su trayectoria, el local cuenta, a la vista de sus clientes, con una máquina cortadora creada hace 90 años y otra registradora de hace 60. Eso sí, no hacen oídos sordos a las demandas del mercado, así que incorporaron a la carta queso de Arzúa. 

Este establecimiento lleva siete décadas cautivando a los ourensanos y también a los visitantes que juegan a perderse por sus calles. Uno de ellos fue el publicista catalán Toni Segarra, que llegó a la ciudad con motivo de la ICC Week y dijo del local, que le deslumbró, que “es como uno de esos bares ingleses que llevan varias generaciones relevándose entre cuñados”.

El Bar Pepinillo se mantiene invariable. Lo que puede que cambie es el nombre de la calle en la que se ubica. El músico ourensano Francisco Ropero (conocido como Paco Paco) recibió la promesa de que esta vía, donde nació, llevará su nombre. Todo tras forjar su propio destino, en un viaje a París que le costó meses de hambre y casi la vida, pero resurgió con el hit mundial “Taka-Takatá” bajo el brazo, vendiendo después 11 millones de discos. Lo nacido en rúa Reza comparte el don de la resistencia.

Te puede interesar