Además de los termales están los “balnearios del alma”: el santuario de As Ermidas y el Monasterio de Oseira proponen un retiro espiritual para alcanzar una mayor intimidad con Dios, con plazas que se cubren con huéspedes de todo el país
La Semana Santa es tiempo de espiritualidad y retiro para aquellos que van más allá de la oferta cultural y de las tradicionales y multitudinarias procesiones, y eligen vivirla de una forma más sosegada en busca de una intimidad con Dios más profunda. Esa es la alternativa que en la provincia ofrecen las comunidades religiosas de As Ermidas y la cisterciense en el Monasterio de Oseira.
Así, en el santuario bolés de As Ermidas estiman que serán acogidas aproximadamente 40 personas. No obstante, hay quienes aguardan hasta los últimos días para preguntar si tienen un hueco, debiendo conformarse en estos casos con buscar alojamiento en los hoteles próximos de A Rúa y O Barco, según explicó el sacerdote José Antonio Crespo.
“Vienen por motivos espirituales”, explicó Crespo, quien ya adelantó que llegarán personas desplazadas desde Asturias, Madrid o Ponferrada, entre otras procedencias. Entre ellas hay un poco de todo, desde solteros hasta matrimonios y muchos de ellos no viajan hasta As Ermidas solo en Semana Santa, los hay que también visitan el santuario en otras épocas del año. “La gente siempre se marcha agradecida por desconectar y vivir unos días de espiritualidad”, añadió.
Aquí no se paga, por lo que los participantes suelen acudir con alimentos y colaboran en las actividades diarias. El ambiente es, ante todo, familiar. “Es una maravilla tener estos vínculos que brotan de la fe y nos hacen sentir familia”, comentó el sacerdote. A modo de ejemplo, señaló que una familia ya se comprometió a cocinar los alimentos aportados por varias personas para la comida del domingo, por ser este el día de la semana en el que los curas disponen de menos tiempo para dedicarse a la cocina.
En As Ermidas, quienes buscan paz espiritual conviven con una decena de personas que reside en las construcciones próximas al santuario y la media docena que llega en busca de ayuda. En algunos casos, son jóvenes que envía la Comunidad del Cenáculo, con el objetivo de tratar las adicciones con trabajo y oración. La economía también conduce hasta As Ermidas a algunos otros que atraviesan una situación de precariedad.
Por su parte, el hermano César es el encargado de la hospedería de Oseira y, según indica, siempre está completa en Semana Santa, aunque también tiene mucha demanda en verano. Algunos de los huéspedes comenzarán su estancia el Domingo de Ramos, aunque la mayoría lo hará entre Jueves Santo y Domingo de Pascua. La hospedería tiene una capacidad para 20 personas y las reservas ya se han cerrado entre los meses de enero y febrero. “El 100% acude por motivos religiosos, buscan una intimidad con Dios más profunda, una mayor espiritualidad”, asegura. Hay muchos gallegos, pero también procedentes de Madrid, La Rioja o Asturias, entre otros lugares.
Los monjes (en estos momentos hay 11 y dos novicios) animan a sus huéspedes a participar en todos los oficios religiosos y en esta semana, “la más importante para los católicos”, la mayoría se suma a los cultos más importantes.
