Los vecinos entregaron más de un millar de firmas contra el proyecto
Con los vecinos de Reza en pie de guerra, la Xunta trata de adaptar el proyecto de senda en la parroquia para conseguir una actuación satisfactoria para todos. Según informaron fuentes de la Consellería de Infraestructuras, los técnicos autonómicos han decidido, "ante as inquedanzas trasladadas nas últimas semanas", eliminar el uso ciclista que se pretendía incorporar a la senda, que será solo para peatones.
La decisión trasciende el mismo día que la asociación vecinal 15 de agosto entregaba en el registro del Concello un documento respaldado por más de un millar de firmas que reclama la paralización del proyecto.
"Preferimos quedarnos como estamos a que se haga algo así", subrayó la presidenta del colectivo, Sara Cruz, que recalcó que la parroquia solo quiere aceras, zonas para aparcar y paradas de autobús, sin que se perjudique a las viviendas, objetivos incluidos en las alegaciones presentadas durante la fase de información pública, que están siendo analizadas por los técnicos de la Consellería de Infraestruturas.
"O Goberno galego vén manifestando constantemente a súa vontade de análise e de mellora dos proxectos", aseguran desde la Xunta, reiterando que la senda servirá para incrementar la seguridad de los viandantes: "Proxectouse un camiño seguro para os peóns, ó igual que os máis de 100 kilómetros de sendas en toda a Comunidade, recibindo cada vez máis solicitudes".
Asimismo, desde la Xunta reprochan también a los partidos políticos contrarios al proyecto a "non crear alarmas inxustificadas, senón aproveitar para axudar".
El proyecto, sin embargo, llegará hoy al Parlamento gallego en iniciativas de PSOE y BNG. La próxima semana se tratará en el Concello de Ourense.
