Los conductores que circulan desde hace dos años por la carretera OU-540, en el cruce para acceder a la A-52, tienen que enfrentarse a una señalización provisional que separa los carriles de circulación y que conforma una glorieta para canalizar el tráfico, una medida adoptada con el objetivo de reforzar la seguridad vial pero que no ha ido acompañada de diligencia para hacer una glorieta y una señalización en condiciones.
La única solución para acabar con este caos y la confusión generada por la situación actual pasa por ejecutar de una vez por todas la obra, algo que, según apuntan fuentes de la Consellería de Infraestruturas, se producirá en 2023, aunque sin concretar con exactitud los plazos.
“Esperamos licitar ya antes de final de año”, señalan desde la Xunta, argumentando que la “provisionalidad” que reina en la zona se ha prolongado al instalarse en su momento “de forma experimental, algo que ha servido para ver que está funcionando bien en una zona que aunque no llega a ser un tramo de concentración de accidente, sí que se constató la necesidad de mejorarla”.
En todo este tiempo, que coincidió con reivindicaciones de grupos como el BNG en Barbadás o en el Parlamento, los técnicos de la Consellería de Infraestruturas han estado redactando el proyecto para ejecutar la solución definitiva. La inversión prevista para ejecutar la actuación ronda los 400.000 euros, apuntan las mismas fuentes de la administración autonómica.