La subestación eléctrica de As Portas aún no tiene fecha para su construcción

El pasado mes de febrero, los diputados ourensanos Celso Delgado Arce y Ana Belén Vázquez Blanco preguntaron al Gobierno en qué situación se encontraba el proyecto de construcción de la subestación eléctrica de tracción de As Portas y la línea de alta tensión que la alimentará desde la central eléctrica de As Portas. Mes y medio después, el 13 de abril, recibieron una lacónica respuesta del Gobierno: “El proyecto constructivo de la línea de alta tensión de 220 kilovoltios Conso-Las Portas y la subestación eléctrica de Las Portas cuenta con aprobación técnica”. Ni una sola referencia a cuándo se procederá a la licitación de las obras, ni si esa aprobación técnica significa también que ya está resuelta su aprobación definitiva. La subestación eléctrica de tracción de As Portas es una de las asignaturas pendientes del Adif en la línea de alta velocidad a Galicia. Asignatura pendiente con la que se puede pasar curso, porque, lo cierto es que no interferirá en lo que concierne a la inauguración del servicio ferroviario entre Galicia y Madrid o Galicia y el resto de España, ya que Renfe tiene previsto realizar viajes entre Ourense y ciudades como Sevilla, que podría hacerse extensivo a Barcelona y a Valencia. Pero sí limitará las frecuencias, ya que la capacidad de entregar potencia a la catenaria va a quedar a merced de dos subestaciones eléctricas, la de Arbillera, en Palacios de Sanabria y Amoeiro, en el municipio del mismo nombre, entre los cuales hay una distancia de casi 140 kilómetros, más del doble de la que hay en el resto de la línea de alta velocidad. El segundo embalse más grande de Galicia, y el que tiene la presa más alta, es la fuente de alimentación desde la que saldrá la energía que se suministre al AVE desde Lubián hasta Vilar de Barrio. La subestación de As Portas y la vía izquierda entre Pedralba y Vilavella, son dos actuaciones que el Adif espera resolver una vez que la línea de alta velocidad a Galicia esté ya operativa y los trenes circulen en servicio comercial. La diferencia es que, mientras que los 32 kilómetros de vía única apenas condicionan el futuro de las comunicaciones ferroviarias de alta velocidad entre Galicia y el resto del país, porque podría soportar pese a ese cuello de botella hasta 19 trenes diarios por sentido, casi cinco veces más de los que hay en la actualidad, la falta de la subestación eléctrica de tracción no permitiría tener tantos trenes circulando a un tiempo y al mismo tiempo mantener todos los sistemas que dependen de ese abastecimiento eléctrico. CRONOLOGÍA En marzo de 2018 se obtiene la resolución favorable relativa a la declaración de impacto ambiental para la construcción de una línea de alta tensión de doble circuito bifásico a 220.000 voltios, de algo más de 13 kilómetros de longitud desde la subestación de Red Eléctrica Española al pie de la central hidroeléctrica de As Portas, en Vilariño de Conso, hasta la subestación eléctrica de tracción del Adif que se situaría al lado de la estación de la línea convencional de Venda da Capela, en el mismo municipio. En agosto de ese mismo año, sale a licitación la redacción del proyecto constructivo tanto de la línea de alta tensión como de la subestación eléctrica en un mismo contrato, por un importe de 187.390 euros. Cuatro meses después, el diciembre de 2018 es adjudicado a la empresa de ingeniería Ardanuy, por algo más de 120.000 euros. La redacción del proyecto tiene un plazo de ejecución de 9 meses. Entre Arbillera, en Sanabria y Amoeiro, hay 140 kilómetros sin una subestación intermedia. En marzo de 2019 ya hay una primera versión del proyecto, lo suficientemente detallada como para permitir proceder a la descripción de los terrenos que van a ser objeto de expropiación, ya sea temporal o definitiva. El BOE publica el 1 de octubre de 2019 la lista de bienes afectados por la ejecución de las obras de la línea de alta tensión y la subestación, a efectos de información pública. Se trata de 178 fincas, repartidas entre los municipios de Vilariño de Conso (153) Viana do Bolo (9) y A Gudiña (16). El 30 de junio de 2020 se incoa el expediente de expropiación forzosa de dichas fincas por parte del Adif y el 16 de septiembre se notifica a los propietarios de las fincas para el levantamiento de las actas previas a la ocupación de dichas fincas. El 9 de abril de 2021, el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) publica el anuncio previo para la contratación de la asistencia técnica de las obras de este proyecto, sin embargo, todavía no ha salido ni en la plataforma de contratación del Estado ni en el DOUE la licitación de las obras en cuestión por lo que el horizonte en el que el sistema eléctrico de la línea gallega de alta velocidad se encuentre a plena capacidad se encuentra oculto bajo las brumas de la indeterminación, ya que ni se sabe ni desde el Gobierno o el Adif dan una respuesta que pueda indicar plazos ni tan siquiera estimados. Además de la tracción, el suministro eléctrico garantiza también el funcionamiento de la señalización, motores de desvíos y todos los sistemas de seguridad y circulación. La línea de alta velocidad de Galicia, entre Olmedo y Santiago tiene una longitud total de 415 kilómetros y se diseñó contando con 8 subestaciones eléctricas de tracción, aproximadamente, una cada un poco más de cincuenta kilómetros. Entre Olmedo y Pedralba de la Pradería (205 kilómetros) hay 4: Olmedo, Valdecarretas, Tábara y Arbillera, lo que nos da una media de una cada 51,25 kilómetros. Entre Ourense y Santiago, con 87,1 kilómetros, hay 2: Amoeiro y Silleda. Pero en los 119 kilómetros desde Pedralba de la Pradería hasta Ourense no hay ninguna. La corriente llega a la catenaria a través de los 9 centros de autotransformación emplazados en Requejo, Lubián, A Mezquita, A Gudiña, Laza, dos en el término municipal de Vilar de Barrio y uno en Ourense. De los nueve, cinco estaba previsto que fueran alimentados por la subestación de As Portas, entre Lubián y Vilar de Barrio y el primero y los tres últimos, por las subestaciones de Arbillera y Amoeiro que, de momento, tendrán que afrontar el telemando y alimentación de la totalidad, y al mismo tiempo, atender las necesidades correspondientes a los otros tramos en los que están suministrando energía: en el caso de la de Amoeiro ha de atender los requerimientos energéticos del tramo Ourense-Santiago, que de momento es el que más circulaciones soporta de toda la línea, ocho circulaciones por sentido cada día, una cifra muy baja en relación a la capacidad de absorber demanda del sistema energético del Adif, pero que debería de crecer al restaurarse los servicios tras la pandemia. Plano de la estación de Venda de A Capela de la línea de ancho convencional con la localización de la futura subestación eléctrica de As Portas, según el proyecto redactado por el estudio de ingeniería Ardanuy.