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El único sospechoso del crimen de Burgos odiaba a los Barrio

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photo_camera Ángel Ruiz, el día del prime registro en la localidad de Briviesca.

Los investigadores se llevaron asientos de la casa de Ángel Ruiz y hasta perforaron las paredes

 La Policía Nacional puso en el punto de mira a Ángel Ruiz, investigado por el triple crimen de Burgos ocurrido en junio de 2004, el que le costó la vida a la verinense Julia dos Ramos, a su esposo, Salvador Barrio, y a Álvaro, el hijo de 12 años, cuando tras el entierro del patriarca realizó pintadas ofensivas ("cerdo, cabrón hijo de puta") en el panteón donde fue enterrado en junio de 2004. De hecho, fue condenado a cinco meses de prisión y multa de 1.000 euros por un delito de falta de respeto a la memoria de los difuntos.

En aquel momento, se registró su casa durante todo un día en busca de pruebas que lo relacionaran con el crimen pero sólo se hallaron  ejemplares de El Norte de Castilla  con las noticias de las pintadas y con la del asesinato del matrimonio y su hijo. Una circunstancia que para el juez de lo Penal 2 de Burgos revela "al menos una fijación o interés especial en ambos sucesos".

Los investigadores policiales creen que Ruiz odiaba a Salvador Barrio. Habían tenido desavenencias por unas lindes de fincas en La Parte de Bureba. De hecho, hay quienes creen que Ángel Ruiz puede ser la persona que amenazó por teléfono a Barrio unos días antes del asesinato.

Pero no sólo el móvil del rencor pesa sobre el investigado, que declaró ante la jueza en septiembre del pasado año, negando cualquier vinculación con el crimen. La Guardia Civil, como motivo de la investigación por el asesinato de la vecina de 84 años a la que atropelló deliberadamente el 25 de agosto de 2011, delito por el que fue condenado a 18 años de cárcel, encontró una llave que abría el despacho del alcalde pedáneo de La Parte. 

Precisamente, Salvador Barrio había sido pedáneo de ese pueblo cuando lo mataron y no se descarta que el imputado hubiera cogido otras llaves de la oficina municipal, entre ellas las del piso de Burgos en la calle Jesús María Ordoño, cuya cerradura no apareció forzada.Asimismo, entre los cuchillos intervenidos por el Instituto Armado  en 2013, apareció uno con hoja bicortante. El análisis forense determinó que esa arma "explica muchas de las lesiones en forma de ojal de los cadáveres y una herida de Julia dos Ramos en la bóveda craneal".

Estos indicios, unido al carácter violento del imputado, quien también es sospechoso de la desaparición de Shibil Angelov, un ciudadano búlgaro al que contrató para buscar unos sicarios que mataran a un familiar suyo en Bilbao, son los que llevaron al Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional a registrar el martes y miércoles inmuebles de Ángel Ruiz y su familia (la casa, un cobertizo y un pajar) tanto en Briviesca con en La Parte de Bureba, la localidad en la que vivía antes de ingresar en prisión y en la que la familia Barrio tenía vivienda y fincas con plantaciones agrícolas.

Los agentes, especializados en la búsqueda de pruebas, realizaron esta semana inspecciones muy miniciosas en las que incluso perforaron las paredes con taladros y cavaron zanjas en las inmediaciones de la casa en la que residía. Además de numerosos efectos en cajas, los policías se llevaron asientos de un vehículo para su posterior análisis en el laboratorio.

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