Va de Barrios | Aislados en casa por las aceras en Santa Mariña

Va de barrios

Los vecinos de Santa Mariña do Monte alertan en el "Va de barrios" de hoy del mal estado de la carretera. Sara tiene un hijo con movilidad reducida al que ya no puede pasear por el pueblo. También desapareció la señal del bus y deben caminar 300 metros más que antes

"Va de Barrios" Santa Mariña

En Santa Mariña do Monte es más fácil llegar a San Cibrao, concello limítrofe, que al local social del barrio. Al menos, para algunos vecinos: una de las reclamaciones históricas de este núcleo rural es el arreglo de un camino que ahora es estrecho y de tierra y que conectaría a las casas más alejadas del núcleo urbano -y, por tanto, más cerca de San Cibrao- con el centro de Santa Mariña. No es la única reivindicación que hacen para este nuevo capítulo del Va de Barrios. Tienen otras: las aceras tan deterioradas impiden a más de un residente transitar por la calle. Vivir aislados en Santa Mariña es fácil con las aceras actuales.

Sin columpios

La ruta del “Va de barrios” en Santa Mariña do Monte, donde residen cerca de 1.000 vecinos, empieza en el parque infantil. La maleza sobrepasa los columpios, que presentan un estado de semiabandono. El óxido se adueña de la zona. Manuel Solveira, presidente de la asociación vecinal de Santa Mariña do Monte, señala que el Concello de Ourense “di que non o quere arranxar porque supostamente o terreo é da asociación de veciños, entón non é competencia deles. Pero quen preparou o parque foi o Concello: columpios, peche, fonte, as pedras…”.

Continuamos el reportaje por el camino de tierra mencionado. “Levamos pedindo hai anos unha unión destas casas, que seguen sendo de Santa Mariña. Non hai maneira de que pase un coche. E o camiño é moi estreito. Levamos pedindo a súa mellora dende o ano catapún”, insiste el presidente vecinal.

Un reto diario

La peor parte está en la carretera general. Las aceras están totalmente abandonadas: baldosas levantadas o rotas y arreglos de “quita y pon” con cemento se adueñan de la entrada de las casas. Sara es una de las vecinas más afectadas. Tiene un hijo con movilidad reducida al que ya no puede llevar al centro de Santa Mariña. Salir de casa es un reto diario. “E menos mal que lle traio un cinto na cadeira de rodas. Porque con estas beirarrúas é imposible transitar. Un día non me caeu de milagro. É complicado e xa llo dixen ao Concello”, apunta. De hecho, hace tiempo que no acude al local social por los inconvenientes que le provoca la acera en mal estado. Además, tiene otra queja: desapareció la señal del autobús urbano que había a pocos metros de su casa y el autobús ya no para, a pesar de existir una marquesina en la misma zona. “Temos que ir a 300 metros ou máis ata a outra parada”, se lamenta.

El presidente de la asociación vecinal insiste en el problema de las aceras. En el trayecto, de unos 500 metros, se cuentan por decenas las losetas levantadas o rotas. “É a reivindicación máis urxente”, dice Solveira. “As beirarrúas foron feitas hai moitos anos. Ao non ter un mantemento determinado, vanse estropeando”, añade. En este caso, como ocurre con el parque infantil, la dualidad de competencias frena la acción. “O Concello di que as beirarrúas pertencen á Xunta, pero a Xunta di que é un tramo urbano e lle pertence ao Concello. Entre eles mátanse e as beirrarrúas están sen arranxar”, se lamenta el presidente vecinal.

Otra de las preocupaciones en la carretera central de Santa Mariña es la seguridad vial. Los vehículos pasan a gran velocidad en esta zona, por lo que los vecinos piden bandas reductoras de velocidad para mejorar la situación. Recuerdan que hace varios años falleció un vecino en un accidente en la calle principal.

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