Turismo en Ourense | El verano de 2021, segundo mejor en turistas nacionales

Los datos concluyen que casi 120.000 visitantes españoles pernoctaron entre junio y septiembre

La recuperación del sector turístico este pasado verano es una realidad ya confirmada por los datos. La Encuesta de Ocupación Hotelera para el mes de septiembre publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) permite ya trazar el análisis conjunto de toda la temporada de verano en la provincia, al sumar el volumen de viajeros desde junio a septiembre, lo cual ofrece una perspectiva global de toda la temporada estival.  

Y las cifras no dejan lugar a dudas. Pernoctaron en la provincia de Ourense hasta 129.344 turistas en esos cuatro meses, la cuarta mejor cifra de la historia, pese a las restricciones, y un 70% superior a las cifras de 2020, con 76.649. Sin embargo, fueron superiores en volumen de visitas los 146.396 visitantes del verano de 2019 o los 136.077 de 2018 o los 131.592 de 2017. 

Turismo de cercanía

El verdadero éxito para el turismo de la provincia este pasado verano se contempla al desgranar los datos por procedencia. Debido a las restricciones, el público extranjero fue uno de los más insignificantes de siempre, con apenas 10.788 foráneos a lo largo de cuatro meses. Pero el verdadero repunte se da en el turismo nacional, lo que permite alcanzar datos de viajeros semejantes a los últimos años prepandemia

La gente procedente del resto de Galicia y de otras comunidades autónomas permitió a la provincia vivir este verano un auténtico bum, como acredita el INE. Hubo un total de 118.156 turistas nacionales, la segunda cifra más alta de la historia en un verano, solo superado por los más de 126.000 registrados en 2019. 

La ciudad

En el caso de la ciudad, adonde llegaron 46.907 viajeros en la temporada estival, también es la segunda mejor cifra de turistas nacionales desde que se recopilan de forma separada los datos de la urbe. 

Estos datos concuerdan con los de la Oficina de Turismo de Ourense, que experimentó largas colas durante buena parte de la temporada estival, y registró además una serie de datos de atención al visitante que superó todas las expectativas y registros precedentes de años anteriores.

 A nivel nacional, Baleares y Madrid son las comunidades donde más creció el número de viajeros este verano en comparación con el del año pasado, con incrementos del 272% y el 219%, respectivamente, aunque son también las que están más lejos de las cifras de 2019 porque su desplome en pandemia fue más acusado. 

En el caso de Ourense, el incremento fue del 68% con respecto a 2020.  Por detrás, se sitúan Baleares, Comunidad Valenciana, Madrid, Canarias y Galicia (1.879.098 personas).

El sector turístico recuperó la normalidad anterior a la pandemia e incluso la mejoró

A lo largo de toda la temporada estival, el sector turístico dio validez a los registros oficiales que se iban publicando y la tendencia positiva que se vislumbraba a través de ellos. Regresó la anhelada normalidad y no volvió a perderse, así que la recuperación está en marcha. Al bum turístico solo lo atenuó la parálisis termal, que contrarió especialmente a todos los turistas que llegaron a Ourense teniendo a la ciudad como referente de este tipo de espacios y después se encontraron con una oferta casi inexistente, como llevan criticando durante meses colectivos como Amigos das Termas.

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A pesar de ello, en la ciudad “hicieron el agosto”. Durante este mes, el mejor del verano, el Hotel NH registró ocupaciones de más del 90%. Y en septiembre continuó esta tendencia positiva, aunque con un nuevo perfil de turista, más relacionado con la actividad empresarial. Desde el Hotel Altiana de O Couto aseguraban haber rozado el 99% de ocupación, a pesar de que los clientes seguían siendo casi exclusivamente de origen nacional.

Y, según la propia Federación Galega de Turismo Rural, en este tipo de alojamientos se superó a lo largo del mes de agosto, de media, el 85% de ocupación, con aumentos singulares de afluencia en Celanova, Baixa Limia y Ribeira Sacra. Por ejemplo, desde Couso Rural (Sarreaus), aldea restaurada para dar servicio hotelero, concuerdan también en que el mes “fue mucho mejor que el año pasado, que había sido desastroso”. 

Y el bum no fue ajeno a las nuevas iniciativas, pese a estar menos consolidadas en el mercado. Desde la Finca Tentaciones de Amoeiro, su promotor, Héctor Caramés, explica que pudieron celebrar una boda, dos bautizos y varias despedidas de soltero durante el mes de agosto, por lo que se animó incluso a realizar nuevas reformas. En la casa rural Gandarela, situada en Cenlle e inaugurada este mismo año, registraron llenos durante todo agosto.

Y los guías turísticos pasaron de estar sin trabajo a no dar abasto para atender toda la demanda. La guía oficial Rosa Dorado matiza ahora que “este verano estuvimos a reventar de particulares, y el auge resistió hasta mediados de septiembre”. Aún registra buenas jornadas, y cuenta con varias reservas para el puente. En cualquier caso, refleja que “estamos contentos con los meses trabajados, pero esto no nos salva. Si bastara con tres meses y medio para rentabilizar todo el año, se dedicaría mucha más gente a esto”, refleja. Y es que, si lo normal para ellos sería empezar a trabajar de forma intensa en abril, este año no tuvieron esa oportunidad hasta mediados de julio.

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