El viaje de la Diócesis de Ourense para compartir la fe en la Jornada Mundial de la Juventud

photo_camera La Catedral de Ourense acogió este jueves a las 20,00 horas la misa de despedida a los participantes en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en Portugal.

Más de un centenar de creyentes de la Diócesis de Ourense se desplazan hasta la capital portuguesa para disfrutar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Con nervios y mucha ilusión, se preparan para disfrutar de una intensa semana

La fe también es cosa de los jóvenes. Más de un centenar de creyentes de la Diócesis de Ourense viaja estos días a Lisboa (Portugal) para disfrutar del 1 al 6 de agosto de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), un evento multitudinario encabezado por el papa Francisco. Los jóvenes, cuya edad media se sitúa entre los 18 y los 20 años, estarán acompañados de un grupo de feligreses y sacerdotes más mayores, además del obispo, Leonardo Lemos.

“Esto es una peregrinación, es más que un viaje. Tiene una meta espiritual”, explica David Muñoz, delegado episcopal de Juventud en la Diócesis. 

 Muñoz lleva participando en las JMJ desde el año 2005, cuando viajó a Colonia (Alemania). “En estos encuentros coincides con millones de jóvenes que piensan y viven como tú. A veces estamos aquí, en nuestra parroquia o colegio, y pensamos que somos raros, que qué pocos cristianos somos. Pero cuando vas a la JMJ ves que no estás solo, y eso te carga mucho las pilas”, asegura. 

Ismael Sotelo y María Belén Álvarez, dos de los participantes, coinciden con Muñoz. “Este viaje nos da la posibilidad de encontrarnos con otras personas que viven su fe como nosotros, y que no se avergüenzan de ello”, apunta Sotelo. “Podremos vivir la fe de forma alegre, en comunidad”, añade Álvarez. En ambos casos, esta será la primera JMJ de la que formen parte. “Yo me animé porque el párroco de Ribadavia nos animó a un grupo de jóvenes a vivir la experiencia, y ahí nos vamos 12”, comparte Sotelo. Los chicos vendieron galletas hechas por las Clarisas de Vilar de Astrés para poder sufragar el viaje. 

Por su parte, Álvarez llevaba con la idea en la cabeza un tiempo. “Cuando era menor me daba miedo ir sola, tampoco conocía a un grupo con el que ir. Pero el año pasado fui voluntaria en un congreso en Santiago, preparativo de la JMJ de Lisboa, y me encantó. En cuanto me surgió la oportunidad de ir a Lisboa, no tardé mucho en animarme”, detalla. 

Van sin expectativas, dispuestos a disfrutar de cada momento. “Yo siempre les digo a los chicos que participan que hay que ir con el corazón vacío y sin expectativas”, apunta Muñoz. “Yo quiero dejarme sorprender y contagiarme por el ambiente de allí, que es específico de ese encuentro”, señala Álvarez. “Yo tengo mucha ilusión, la verdad, por conocer a tanta gente de diferentes zonas del mundo que vive la fe como yo”, dice Sotelo. 

Los ourensanos viajan primero desde Ourense hasta la Diócesis de Leiría-Fátima de Portugal, ya que la llegada a Lisboa se realiza de forma escalonada. El primer grupo de jóvenes inicia hoy la peregrinación con una mezcla de nervios y mucha ilusión.

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