Vigo y Ourense, desconectadas: llevan una década "perdiendo el tren"

Ourense y Vigo, dos ciudades con un histórico vínculo y una tradicional gran movilidad recíproca, son sin embargo las peor comunicadas por tren. Una situación a la que se ha llegado tras diez años de política ferroviaria, sustentada por cuatro ministros, dos del PP y dos del PSOE, que ha supuesto para los usuarios una auténtica década ominosa.

Hasta tal punto es así que en tan solo dos trenes por sentido al día se pueden utilizar los abonos gratuitos recurrentes; carece de servicios adecuados para la movilidad de estudiantes y trabajadores entre una y otra ciudad y únicamente cuenta con la conexión de trenes en tránsito, tras haber perdido las circulaciones que tenían origen y destino ambas ciudades, algo que no solo no ha sucedido con ciudades como Lugo, A Coruña y Santiago sino que en estas otras relaciones con las ciudades del norte de Galicia se han visto incrementados, en algunos casos de manera exponencial, mientras entre las ciudades del sur se reducían.

Las condiciones tan adversas de la relación ferroviaria entre Ourense y Vigo no pueden ser atribuibles a Renfe, que mantiene una media de nueve trenes diarios por sentido con tiempos de viaje entre hora y media y poco más de dos horas, seis de ellos directos y tres con transbordo en Santiago. Es el fruto de sucesivas decisiones políticas que, mientras favorecieron las comunicaciones desde Ourense con Santiago, A Coruña y Lugo, suprimieron trenes con Vigo y los nuevos que surgieron como consecuencia de la apertura de la línea de alta velocidad, ofrecen unas condiciones que representan un auténtico agravio frente a los que realizan el mismo servicio en dirección a A Coruña y Lugo.

Los Alvia Madrid-Ferrol, Madrid-Coruña y Madrid-Lugo son considerados “trenes sinergiados”, es decir, asimilados a servicios de media distancia en las conexiones dentro de Galicia. De tal modo que mientras los tres Alvia diarios que conectan Madrid con A Coruña y Ferrol se pueden coger a precio de media distancia o incluso gratis con los bonos recurrentes entre Ourense y Santiago o A Coruña, ninguno de los cuatro que realizan la misma función con Vigo tienen esa opción desde Ourense, a pesar de compartir los mismos itinerarios: línea de alta velocidad hasta Santiago y corredor del eje atlántico entre Santiago y el destino.

Lo más insólito de este agravio es que se produce beneficiando un corredor que ya tiene, al margen de esos tres alvias, diez trenes Avant pero se racanea a una relación en la que tan solo hay dos trenes de media distancia por sentido cada día.

El primer tren para viajar beneficiándose del bono gratuito entre Ourense y Vigo sale a las 10:05 y llega a Vigo dos horas después. El regreso desde Vigo solo se puede hacer a las 14:10, por lo que no resulta operativo ni para estudiantes ni para trabajadores. El mismo problema se plantea para los usuarios que quisieran hacer lo mismo entre Ourense y Ribadavia. En uno y otro caso tendrán que depender del autobús. En sentido inverso, los usuarios de Vigo podrían llegar a Ourense antes de las ocho de la mañana, viajando en el primer Alvia a Madrid que invierte 1:25 entre Vigo y Ourense. Pero, a diferencia del primer Alvia que sale de A Coruña no admite bono gratuito.

Falta de frecuencias

Dos trenes diarios por sentido. Es toda la oferta de trenes para los usuarios de bonos recurrentes gratuitos entre Ourense y Vigo. La falta de frecuencias expulsa a los usuarios de este modo de transporte en una relación ferroviaria con mucha historia y en el pasado con muchos usuarios. Todavía hoy se puede ver movimiento de subida y bajada de viajeros en las estaciones del itinerario en un tren que, pese a hacer doce paradas intermedias es capaz de realizar el viaje en 1:42, frente a la 1:39 que emplea el Alvia Vigo-Madrid entre la estación de Urzáiz y Ourense, con tan solo tres paradas.

La clave está en el tren automotor, un veterano de la serie 594 que también se emplea en los trenes turísticos (por eso exhibe los vinilos de esa campaña de verano en su exterior) y que es capaz de alcanzar velocidades de hasta 160 kilómetros por hora, convirtiendo al tren en el medio de transporte más rápido, más incluso que el automóvil, en los tramos intermedios: entre Redondela y Porriño o entre Salvatierra y Ribadavia, por poner dos ejemplos y similar tiempo entre Ribadavia y Ourense. Hace diez años contaba con nueve trenes diarios por sentido y la posibilidad de llegar a Vigo antes de las 8 de la mañana y de estar de vuelta en Ourense antes de las cinco de la tarde. Si toda aquella oferta se esfumó no es por la supresión de trenes, que hay otros alternativos por Santiago, que siguen sumando 9. Es porque el mismo afán político que ha luchado por la gratuidad de los Avant y de los Alvia entre Ourense y Santiago mantiene una actitud pasiva frente al agravio del sur.