Dieta vegetariana para la enfermedad renal crónica

Las recomendaciones dietéticas tradicionales a los pacientes renales limitan la ingesta de frutas y verduras por su alto contenido en potasio. Sin embargo, este paradigma está cambiando rápidamente debido a los múltiples beneficios derivados de una dieta fundamentalmente vegetariana.

Un grupo de investigadores ha realizado una revisión de ensayos con el fin de valorar el riesgo-beneficio de las dietas basadas en vegetales orientadas al paciente renal crónico. De los resultados más destacados señalan que una dieta vegetal confiere mejoras a nivel digestivo importantes como el equilibrio de la flora intestinal, la disminución de la producción de las toxinas urémicas más dañinas, mejora de la motilidad intestinal y la producción de ácidos grasos de cadena corta, debido al alto contenido de fibra de estas dietas.

La acidosis metabólica en la enfermedad renal crónica (ERC) se ve agravada por el consumo elevado de carnes y cereales refinados, aumentando la carga ácida de la dieta, mientras que la ingesta de frutas y verduras es capaz de neutralizar la acidosis y sus consecuencias. La absorción y biodisponibilidad del fósforo también es menor en una dieta vegetariana, lo que reduce la hiperfosfatemia, una alteración cardiovascular en la ERC. La gran variedad de hortalizas ricas en magnesio y vitamina K evita su carencia. Estos efectos beneficiosos, junto con la disminución de la inflamación y el estrés oxidativo observados con estas dietas, pueden explicar la reducción de las complicaciones y la mortalidad, así como el retraso de la ERC.

Finalmente, aunque la elevación del potasio en sangre es la principal preocupación de estas dietas, el uso de técnicas de cocción adecuadas puede minimizar la cantidad absorbida. El fósforo, el potasio y el sodio son los tres minerales más difíciles de controlar cuando la función renal disminuye. No obstante, la cantidad en los alimentos se puede reducir bastante (80%) con técnicas de cocción de escaldado y hervido. El uso de alimentos congelados o enlatados más el lavado también puede eliminarlos en la misma proporción.

En resumen, al sopesar la evidencia de los beneficios y riesgos de una dieta vegetariana en pacientes con ERC, una dieta basada en plantas parece ofrecer ventajas importantes. Sin embargo, se debe reconocer que una dieta de estas características puede presentar restricciones y cierta dificultad para seguirla. Los autores del estudio manifiestan que es hora de individualizar la dieta de las personas con ERC ofreciendo asesoramiento sobre dietas más ricas en alimentos vegetales, como las dietas vegetarianas o la dieta DASH, con un seguimiento cuidadoso de la hiperpotasemia, y con la orientación de un equipo multidisciplinar (nefrólogo, dietista,..) que garantice una nutrición adecuada y segura.

Ref: Casos Aleix y col. ¿Dietas a base de vegetales para la enfermedad renal crónica? Es hora de reconsiderar. Nutrientes. 2019 junio; 11(6): 1263.

Te puede interesar