Los adultos mayores corren un mayor riesgo de desnutrición, por una variedad de razones fisiológicas y psicológicas. Esto repercute en salud, la calidad de vida, la independencia y las circunstancias económicas. Se sabe que las mejoras en la nutrición brindan notables beneficios a las personas mayores y muchas enfermedades relacionadas con la edad pueden prevenirse o mejorarse mediante una buena nutrición. No obstante, se requieren enfoques prácticos y realistas para mejorar la dieta y la ingesta de alimentos en adultos mayores.
Una de las áreas donde se pueden hacer mejoras se relaciona con el apetito. Animar a los mayores a preparar comidas puede aumentar el apetito y la ingesta de alimentos, brindando además, oportunidades para que coman una mayor variedad de alimentos o recetas. La compañía durante las comidas, es otra estrategia sencilla para aumentar la ingesta de alimentos.
El requerimiento de proteínas de los adultos mayores está sujeto a controversia y, aunque se considera el macronutriente más saciante, parece que la proteína no provoca un efecto saciante tan grande en los adultos mayores como lo hace en las personas más jóvenes. Esto indica que existe la posibilidad de aumentar la ración de proteínas sin afectar la ingesta total de energía.
Otras áreas en las que se pueden realizar mejoras prácticas simples incluyen el envasado de alimentos que son fáciles de preparar y la educación de los adultos mayores sobre el almacenamiento y la preparación seguros de los alimentos. La investigación para mejorar las dietas y el estado nutricional de los adultos mayores indica que muchas de las estrategias pueden emprenderse de manera fácil y rentable.
REF: Clegg y col. Optimización de la nutrición en personas mayores. Maturitas. 2018 Jun; 112:34-38.
