El milenario antepasado del Pan de Cea y su asombroso parecido a una "bolla" actual

El antepasado directo del Pan de Cea, conservado en Pompeya tras la erupción del Vesubio.
photo_camera El antepasado directo del Pan de Cea, conservado en Pompeya tras la erupción del Vesubio.
Descubre el pan horneado más antiguo que se conserva intacto, aunque quemado, tras haber sobrevivido a la erupción que arrasó Pompeya.

Si alguna vez te has desesperado porque el horno te ha quemado ligeramente tu hogaza de pan, piensa en la desesperación del pobre Celer, esclavo de Quintus Granius en el siglo I de nuestra era, al ver toda su hornada "churruscarse" bajo la lava que descendió del monte Vesubio. Una catástrofe que, a cambio, nos ha dejado una muestra intacta, si bien algo horneada de más, del que podría ser un antepasado directo del Pan de Cea, que este domingo celebra su día grande.

Su forma redondeada nos lleva a pensar en una "bolla" tradicional gallega, y aunque no es la forma exacta de nuestro rey de los panes, probablemente el proceso de amasado y "levedado" fuese similar. Las hendiduras nos recuerdan a los pequeños bollos, tan populares en otros puntos de centroeuropa. Aquí, a muchos panes se le hacen cruces por la tradicion cristiana, bien con la mano durante el proceso de amasado, bien abiertas con el cuchillo antes de hornear.

Lo interesante de este pan, es la evidente marca del artesano, una muestra de que la trazabilidad ya importaba en la época romana. Como dijimos, el panadero era un esclavo de Pompeya. Y gracias a que imprimió su nombre en la pieza, sabemos que sobrevivió al volcán, ya que está en las listas de evacuados registradas tras la erupción.

La bolla se descubrió en la "Casa de los Ciervos" de Pompeya, y se encuentra actualmente en el museo de Nápoles, no muy lejos de su lugar de horneado. Si les queda muy lejos para una escapada, recuerden que este domingo, mucho más cerca, se puede disfrutar del sabroso producto de los hornos de Cea.

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