En mayo de 2006 Robert Plant, el vocalista de Led Zeppelin, se desplazó a los Rockfield Studios en Monmouthshire, Gales, para hacer un reportaje para la BBC TV conmemorando el 25 aniversario del viaje musical, emocional y creativo que supuso para él iniciar la grabación de su primer disco en solitario en 1981 tras la ruptura de Led Zeppelin en diciembre de 1980.
En aquel reportaje, Plant declaró: “Los meses que pasé en los Rockfield Studios fueron un sueño absoluto porque el ambiente era relajado, bucólico, divertido y tenía una historia musical fantástica. Me mudé aquí y me convertí en uno de estos músicos tristes y al mismo tiempo felices, que otras personas cruzan la calle para evitar encontrarse con ellos. Realmente disfruté de estar en este ambiente de Rockfield. Habría vivido en este paraíso y grabado aquí muchos discos sin dudarlo cuando estaba en Led Zeppelin”.
Los estudios de grabación son lugares con los que la mayoría de los músicos mantienen una controvertida relación de amor-odio. Es donde se da forma a su creatividad, en donde se construye el edificio que tienen en su corazón y en su cabeza y que se traduce en las canciones que conforman un disco. Las paredes de los estudios absorben tanto la magia, la inspiración y la genialidad irrepetible de determinados momentos como la frustración, la ira o el desánimo de esos mismos músicos cuando las musas no están allí, sino tomando copas en el pub. La historia del rock no puede entenderse sin los nombres de determinados músicos, grupos y artistas, así como de los discos que por una razón o por otra, han escrito la historia de nuestra música. Pero esa misma historia, nunca habría podido escribirse sin los escenarios de estudios de grabación como los Olympic de Londres, donde Led Zeppelin y los Rolling Stones inmortalizaron su talento en los años 60 y 70, los Abbey Road donde los Beatles crearon su grandes obras crepusculares, los Musicland de Munich, los Pathé Marconi de París, los Air Studios de la Isla Montserrat, los Criteria de Miami, los Right Track de Nueva York o los Wally Heider de Los Angeles.
En ese contexto, la historia de los Rockfield Studios, los míticos estudios de grabación de Monmouthshire, ha sido inmortalizada en una película de la cual ya se ha conocido la fecha de su estreno: el próximo 16 de marzo en uno de los eventos musicales mas relevantes de Estados Unidos, el festival South By SouthWest en Austin, Texas. La película ha sido dirigida por Hannah Berryman, quien hizo el documental de la BBC ‘The Brick In The Wall Kids’ sobre los escolares que aparecieron en el célebre single de Pink Floyd de 1979, “Another Brick In The Wall, Part.2” y se centra en Kingsley y Charles Ward, los hermanos que convirtieron su granja en el primer estudio residencial del mundo en el año 1965.
La peculiaridad de estos estudios es que cuando se hicieron las obras de reforma para acondicionarlos, se habilitaron estancias, baños, cocinas, salas de ensayo y habitaciones para que los grupos, cuando fueran a grabar sus discos, pudieran instalarse allí y vivir allí las semanas o meses que fueran necesarios, alejarse del ruido de la ciudad y poder trabajar en una atmósfera tranquila, campestre, concentrarse mejor y sacar un mejor rendimiento de su trabajo en el estudio. En 1968 acometieron una reforma para hacer dos estudios separados y diferenciados, el Coach House y el Quadrangle, ambos configurados para grabaciones digitales y analógicas.
Técnicamente, el Coach House se basa en ecualizadores y amplificadores de micrófono antiguos, con una consola de grabación principal NEVE 8128 que incluye amplificadores de micrófono Neve 1060, amplificadores de micrófono Rosser, ecualizadores API 550 y compresores Urei 1176. Se usa especialmente para grabaciones en las que se pone el énfasis en la acústica natural, el sonido más, llamémosle así, “orgánico”. El área de grabación útil contiene un piano de cola Yamaha, una sala de piedra para la batería, una segunda sala de batería acústicamente variable y dos cabinas de aislamiento. En cuanto al Quadrangle, está equipado de manera similar, con un área diseñada para grabar preferentemente en directo. Posee igualmente dos grandes salas de batería acústica variable y tres cabinas de aislamiento junto con su sala de control central de 6m x 7m.
El primer gran éxito registrado en los estudios fue "I Hear You Knocking" de Dave Edmunds en 1970. A principios de la década de los 70 del siglo XX, los estudios fueron utilizados para grabar siete álbumes de Budgie, varios de Hawkwind, uno de Hobo, el segundo álbum en solitario de Peter Hammill, ‘Chameleon in the Shadow of the Night’ en 1973, el exitoso single de Ace "How Long" en 1974, y el álbum de Queen ‘Sheer Heart Attack’. Queen trabajó por primera vez el desarrollo de su álbum ‘A Night at the Opera’ y la canción "Bohemian Rhapsody" durante un mes en Ridge Farm Studio en el verano de 1975, pero luego se mudaron a los Rockfield en agosto de ese mismo año para comenzar a grabar el álbum, que se convirtió en el primer larga duración de la banda que llegó a ser disco platino en los Estados Unidos, como queda muy bien documentado en la película ‘Bohemian Rhapsody’ sobre la historia de Queen y Freddie Mercury, en la que se recrea como en ese estudio se montó la mítica canción de Queen “Bohemian Rhapsody” y como supuestamente Freddie Mercury tuvo allí sus primeras vivencias homosexuales.
Al margen de los ya mencionados, la nómina de grandes leyendas que han pasado por los Rockfield Studios es impresionante. Motörhead hizo sus primeras grabaciones allí en 1975, mientras que Rush registraron allí ‘A Farewell to Kings’ y ‘Hemispheres’, Van der Graaf Generator hicieron lo propio en ‘Godbluff’ y ‘Still Life’, Robert Plant grabó en Rockfield ‘Pictures At Eleven’, su álbum en solitario de 1982, Judas Priest ‘Sad Wings Of Destiny’ de 1976, Clannad, ‘Sirius’ de 1987 y Black Sabbath su ‘Dehumanizer’ de 1992. Más recientemente, el estudio ha sido utilizado por Coldplay, The Stone Roses, Oasis, Simple Minds, Manic Street Preachers, The Charlatans y muchos más.
‘Rockfield: The Studio On The Farm’, que es como va a llamarse la película, ofrece entrevistas con Dave Brock, Robert Plant, Ozzy Osbourne, Chris Martin, Jim Kerr, The Stone Roses y Tim Burgess entre otros. Un documento audiovisual que se presume de una extraordinaria calidad y que aportará sin duda, una serie de testimonios de gran valor para que esos estudios, si algún día se diera esa posibilidad, sean protegidos y conservados como auténtico patrimonio cultural y que no puedan ser derribados para construir segundas residencias de verano.
