Los vecinos de Portomourisco, el alcalde de Petín y la empresa concesionaria de la obra de la depuradora intentarán que Augas de Galicia cambie la ubicación de la polémica estación, cuya obra fue paralizada por los vecinos, por estar situada a sólo 30 metros de algunas viviendas. Los lugareños ofertan terrenos alternativos para alejar la depuradora al menos 100 metros.
El conflicto por la instalación de la depuradora de Portomourisco, en Petín, a unos 30 metros de algunas casas del pueblo, parece entrar en vías de solución.
Tras tres meses de paralizaciones de los trabajos, contactos con instituciones y organismos, los lugareños lograron el compromiso del alcalde, Miguel Bautista, de intentar negociar con la Xunta un cambio de ubicación de la estación, para alejarla al menos 100 metros de las viviendas de la aldea.
Un portavoz de los vecinos, Daniel Álvarez, consideró que se ha producido un avance importante, que es que nos sentemos a negociar con responsables del Concello y la empresa para ver cómo se puede reconducir esto, no estamos en contra de la obra, pero nos parece un disparate situarla tan cerca de las casas, con los ruidos y olores que provoca una depuradora de estas características.
La estación depuradora proyectada por la Xunta tendrá un coste de más de 400.000 euros y sus dimensiones serán de 11 metros de largo por tres de alto, con un potente motor, que según los vecinos, provocará mucho ruido a tan escasa distancia de las viviendas.
Vertido
Hace días un vertido de aguas residuales provocado por las obras de saneamiento en el pueblo se situó a sólo 15 metros de una vivienda, encrespando más a los residentes, que afirman que no queremos ningún conflicto, sólo que las cosas se hagan con un mínimo de lógica.
Los vecinos están dispuestos a ceder o en su caso vender al Concello o a la Xunta un terreno lo suficiente amplio para acoger la depuradora, pero siempre a un mínimo de un centenar de metros de la zona habitada. El conflicto por la depuradora tiene movilizado al pueblo hace varias semanas.
Tras tres meses de paralizaciones de los trabajos, contactos con instituciones y organismos, los lugareños lograron el compromiso del alcalde, Miguel Bautista, de intentar negociar con la Xunta un cambio de ubicación de la estación, para alejarla al menos 100 metros de las viviendas de la aldea.
Un portavoz de los vecinos, Daniel Álvarez, consideró que se ha producido un avance importante, que es que nos sentemos a negociar con responsables del Concello y la empresa para ver cómo se puede reconducir esto, no estamos en contra de la obra, pero nos parece un disparate situarla tan cerca de las casas, con los ruidos y olores que provoca una depuradora de estas características.
La estación depuradora proyectada por la Xunta tendrá un coste de más de 400.000 euros y sus dimensiones serán de 11 metros de largo por tres de alto, con un potente motor, que según los vecinos, provocará mucho ruido a tan escasa distancia de las viviendas.
Vertido
Hace días un vertido de aguas residuales provocado por las obras de saneamiento en el pueblo se situó a sólo 15 metros de una vivienda, encrespando más a los residentes, que afirman que no queremos ningún conflicto, sólo que las cosas se hagan con un mínimo de lógica.
Los vecinos están dispuestos a ceder o en su caso vender al Concello o a la Xunta un terreno lo suficiente amplio para acoger la depuradora, pero siempre a un mínimo de un centenar de metros de la zona habitada. El conflicto por la depuradora tiene movilizado al pueblo hace varias semanas.
