Los directores del profesor acusado de abusos elogian su trabajo

El profesor de Religión al que el fiscal acusa de abuso sexual continuado niega los hechos que describe la acusación pública en el escrito provisional que defenderá en el juzgado de lo Penal. Agustín O.G., de 48 años, optó ayer por guardar silencio: 'No quiero hablar con ningún medio de comunicación', fueron todas las declaraciones que hizo a este diario. Sí habló su abogado, José Luis González Blesa.
'Agustín declaró negando los hechos', corroboró, para después mostrar su enfado. 'Estoy indignado. Se invirtió la carga de la prueba y es el acusado el que va a tener que demostrar que no tuvo la conducta que se le atribuye', lamenta.
El letrado dice que la acusación se basa exclusivamente en las declaraciones de los ocho niños al inspector de la Consellería de Cultura y al fiscal. 'Muchos aseguran que el profesor no hizo nada, que es un buenazo. Sólo hay tres que dicen que les pudo tocar en alguna ocasión el pene. Les pudo rozar o morderles la oreja; no está bien hecho, pero no se puede considerar abuso sexual', explicó. El letrado aseguró haber solicitado en dos ocasiones un informe pericial para comprobar la veracidad de las declaraciones y le fue negado.
Añadió que estas acciones por las que se le acusa las realizaba ante toda la clase, algo que no es propio del pedófilo. 'Este busca momentos en los que no hay nadie', expuso. También dice que aportará testimonios de padres, profesores y exalumnos y que un informe recoge que su defendido 'tiene una personalidad normal, nada pedófila'.

testimonio de directores
En Sobradelo, el director del colegio Tomás Terrón Mendaña, Alfredo Guitián López, reconoció que un día entró en clase y vio un niño sobre las rodillas del profesor. 'Non lle din maior importancia. Os pais, primero se queixaron e despois dixeron que fora un erro. Eu non vin ningún abuso, e como profesor é unha marabilla. Agora, aínda que saíra inocente non me gustaría que voltase ao centro', añadió.
El director del centro educativo de O Bolo y Vilamartín lo defiende. 'Aquí sempre tivo un comportamento exemplar. Foi un profesional como a copa dun pino. Algún pai xa chamou para ofrecerse a axudarlle', dijo Emilio González López. La dirección del colegio de Vilamartín asegura que 'los niños estaban encantados con él'.
Mientras, Máximo Álvarez, delegado de enseñanza del Obispado de Astorga, del que dependía el profesor, salió en su defensa, apelando a la presunción de inocencia, y tachó de 'indecente e impresentable' que sin sentencia se le haya ya condenado.

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