Compradores que tenían comprometido ya un precio de 1,70 euros por kilo tuvieron que rebajar a 1,30 su oferta inicial
La campaña de la castaña, que finalizará dentro de tres semanas, está causando numerosos sinsabores a los propietarios de los sotos. La recuperación de los castaños italianos, después de padecer las consecuencias de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), sumada a la incorporación de nuevos países en la pelea por el mercado del fruto español, está tirando hacia abajo los precios. Distribuidores que días antes habían pactado un precio de 1,70 euros por kilo con los agricultores, luego se niegan a recoger el producto por más de 1,20, en la zona de Viana. En O Bolo, los 1,50 euros por kilo pagados hace un año se quedaron en 1,10 y en Valdeorras llegaron a entregarse por menos de un euro.
Ante esta caída de los precios, no pocos agricultores prefirieron guardar la castaña en sus bodegas, a la espera de una posible recuperación. En otros casos, son los comercializadores los que no se dejan ver. "Levan días sin vir. Cando queren baixar os precios non veñen", comentó Elena Fernández, propietaria de un soto en A Gudiña.
La recuperación de los árboles italianos no es la única mala noticia que recibieron los productores. También se enfrentan a la entrada de castaña procedente de países como Chile, Eslovaquia, Serbia, Croacia, Montenegro, China, Grecia o Turquía en los almacenes que antes guardaban el fruto español.
Otro factor que tira hacia abajo de los precios es el adelanto del inicio de la campaña. La caída de los primeros erizos en los primeros días de octubre obligó a comenzar la recogida unos diez días antes de otros años. Productores y comercializadores lo atribuyen a las condiciones meteorológicas de los últimos meses, pero también al calentamiento global. "Hace unos 40 años, recuerdo ir a buscar castañas hacia el Día de Todos los Santos. Empezaban a caer", comentó German Domínguez, propietario de castaños en Viana. La castaña es un producto estacional, propio de esas fechas y cuando la cosecha se adelanta, la demanda lo acusa.
Francisco Barredo, el comercializador barquense que preside Proagrosilva (Exportadores de Productos Agrosilvestres de Galicia) defiende unos "precios de mercado razonables, buscar un equilibrio de precios adecuado para el producto". También plantea la necesidad de "adaptarse al mercado". Francisco Barredo señala que, si bien "los precios van a la baja", en algún caso se pagaron "precios de récord": 2 euros por kilo. "Os prezos caíron. É un ano difícil", comenta José Barreda, propietario de la barquense Castanval.
Los productores también lamentan la producción irregular. En general, creció un 10 % respecto a otros años, pero hubo zonas donde sucedió todo lo contrario. "Nós temos a metade dun ano normal", destaca Elena Fernández.
