La tormenta que ayer descargó sobre Valdeorras volvió a sacar del trastero los calderos empleados para combatir las goteras del Consistorio de O Barco. La tromba de agua registrada en distintos momentos de la mañana obligó a echar mano de los cubos para impedir que se formasen charcos a la entrada del edificio.
Las goteras del Consistorio no fueron el único problema que ocasionó en la villa la tromba de agua caída ayer. Los arrastres también provocaron la obstrucción de uno de los tres conductos que permiten extraer el agua de lluvia del paso inferior del acceso a O Barco desde la carretera N-120, a la altura de Veigamuiños. Mientras los citados materiales no fueron retirados, los conductores hubieron de extremar las precauciones.
Esta situación se prolongó durante varios minutos. Hasta el lugar se desplazó el concejal de Obras, Miguel Neira, cuya intervención evitó que el agua acumulada interrumpiese el tráfico en este acceso de la villa barquense.
Esta situación se prolongó durante varios minutos. Hasta el lugar se desplazó el concejal de Obras, Miguel Neira, cuya intervención evitó que el agua acumulada interrumpiese el tráfico en este acceso de la villa barquense.
