Arquitectura: espacios para disfrutar de la vida
Entrevista en profundidad a Elvira Carregado, secretaria del Colegio de Arquitectos de Galicia
Hablar con Elvira Carregado es aprendizaje. Aprendizaje de una mujer hecha a sí misma, que desprende conocimientos sin alardear de ellos. Fue una de las primeras mujeres en ejercer la arquitectura y desde siempre lucha por la igualdad en todos los ámbitos. Y para ello, como mejor se demuestra, es trabajando. Y ella lo hace de manera incansable, ya sea en su día a día, en su papel de secretaria del Colegio de Arquitectos de Galicia, como presidenta del Club Rotary de Ourense, en los numerosos actos a los que acude para disertar sobre urbanismo, feminismo o diseño, y, por supuesto, como madre, esposa y amiga.
A día de hoy ser arquitecta no es algo que nos resulte extraño y contamos con referentes –menos de las que quisiéramos- en el sector. ¿Qué fue lo que la llevó a usted a hacer esta carrera?
Creo que todo empezó con mis dibujos de BUP y COU, que nunca quedaban perfectamente limpios (risas), comencé a sentirme atraída por la arquitectura. Con los años me di cuenta que empecé a estudiar con un desconocimiento absoluto de lo que iba a hacer o cómo iba a formarme. Hoy en día nadie empieza una carrera sin saber bien a lo que se enfrenta. Empecé en el año 84 y, si bien es cierto que éramos muy pocas las mujeres en la escuela, nunca nos sentimos con esa sensación de estar rodeadas de chicos. Había buena relación.
Es una formación que suele relacionarse más con el género masculino.
Creo que es una carrera en la que antes se vetaban a las mujeres por cuestiones de poder económico y social. La primera mujer española arquitecta, Matilde Ucelay, terminó sus estudios en el año 36, y, a pesar de que incluso llegaron a rendirle homenaje por ser la primera licenciada en arquitectura de España, estuvo inhabilitada muchos años y no pudo trabajar de modo oficial. Pues tras la Guerra Civil, con el franquismo, fue juzgada varias veces en consejo de guerra y depurada profesionalmente por la Dirección General de Arquitectura, acusada de “auxilio a la rebelión”, hasta el punto de la inhabilitación a perpetuidad para cargos públicos, directivos y de confianza, como consecuencia de su participación en la Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos de Madrid en 1936. Otros compañeros depurados, hombres, no fueron tratados con tanta dureza.ectos de Madrid en 1936. Otros compañeros depurados, hombres, no fueron tratados con tanta dureza.
Y ahora creo que esos espacios de poder se han dejado atrás, y empieza a haber más equidad.
En aquellos tiempos, también la sociedad te juzgaba si “salías de casa”.
Todo sumaba. El miedo social, las normas preestablecidas que no todas se atrevían a romper, la familia… Por citarte, Milagros Rey fue la primera mujer que trabajó en Coruña, y aún siendo hija de arquitectos, le decían que cómo iba a irse a Madrid a estudiar arquitectura. Con todo, esto fue mucho antes de que yo comenzase. En los 80 la mente era más abierta y no pensábamos en un posible machismo. Aunque luego te enfrentaras a este más de una vez.
Y cada día hay más…
Ahora mismo somos un 30% de las colegiadas. Una cifra que se repite a nivel gallego y estatal. Aunque la cifra de mujeres en las escuelas supera el 50%.
Una vocación
¿Qué es para usted la arquitectura?
Digamos que los arquitectos diseñamos el espacio público y privado para hacer que las personas se sientan mejor. Ya sea en su vivienda, como en su lugar de trabajo o espacios abiertos y cerrados de ocio. Lo que no hace que se sientan mejor, no es arquitectura. Nuestra formación tiene mucho de humanista más allá de los cálculos y los números.
Personalmente, ¿qué le aporta?
He aprendido a conocer, mirar y admirar las cosas con más cariño. Y sobre todo me aporta un gran conocimiento del mundo. El patrimonio, los edificios, los espacios naturales… Cuando reflexionas sobre urbanismo piensas en todo el territorio y en todo lo que puedes hacer para que siga siendo bueno y se mantenga o mejore. Y a mí me aporta felicidad las pequeñas cosas bien hechas. Cuando rehabilitas una casa y sus propietarios se sienten felices, cuando te llaman preguntando quién realizó tal actuación y con orgullo dices que tú.
En todos sus años de ejercicio le viene a la mente alguno en que se haya sentido en un “segundo plano” por ser mujer.
Hay más de uno. Como que se dirijan a tu compañero en una obra aunque seas tú la arquitecta. Pero hay uno que recuerdo especialmente. Era el año 1999, “antes de ayer”, y tres mujeres nos decidimos a presentarnos como candidatas a la junta directiva del Colegio de Arquitectos en Ourense. Se presentaron también tres señores y fueron ellos los que ganaron. Hasta ahí, bien. El caso es que al día siguiente alguien me dijo “cómo se os ocurrió presentaros tres mujeres…”. Nada más que decir.
Club Rotary de Ourense
Aparte de la arquitectura, conferencias, como la reciente del 8M en el Colegio de Arquitectura de A Coruña, también es presidenta del Club Rotary Ourense.
Hace casi un año. Tienen una periocidad de un año renovándose en el mes de junio. Formaba parte del Rotary desde el 2018, y me propusieron la presidencia… y como no sé decir que no… aquí estoy. Además, creo que es un paso más para que sea una mujer la cabeza visible, que tengan referentes. Se nos tiene que ver.
En este año han surgido nuevos proyectos, como los “Martes del Rotary”.
Surgieron a propuesta del secretario, José María Eguileta, y mía. Es una forma de dar a conocer y aprovechar la sabiduría de nuestra gente de Ourense que tiene mucho que contar de la ciudad y de la provincia, y que los mismos ourensanos desconocen. Y como conocer es querer, cuanto más conozcamos Ourense, más lo vamos a querer.
Además, hemos estado haciendo pequeños proyectos solidarios como un Mercadillo solidario con los Leones, en estas últimas semanas de recogida a favor de Turquía y Siria, de apoyo a Cáritas… Quiero subrayar la labor de la gente que se ha implicado más allá de mí como cara visible. Han trabajado mucho y es gracias a ellos que es posible ayudar a tanta gente.
¿Y de cara al futuro?
Estamos preparando una Rotary Act para la gente más joven, pero aún lo estamos perfilando; el Premio Servir que tenemos que elegir al galardonado de este años, y seguiremos en la labor internacional de lucha contra la polio.
¿Y en el ámbito más personal?
Trabajar, trabajar y trabajar. Especialmente por nuestra profesión, en la nueva etapa que se abrirá tras las elecciones del mes de mayo en el COAG, si los compañeros me avalan.
Detrás de toda esta frenética actividad, ¿qué hace Elvira Carregado un domingo como hoy? ¿Tiene tiempo para el descanso?
Procuro tener un ratito para mí, pero con tantas cosas es difícil separar del trabajo. Soy, podría decir, hiperactiva. Pero intento descansar en casa, tomar un vino con amigos, charlar de todo un poco…
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