Las historias de la vida de Adela Varela: “Emigramos a Francia e México porque eran tempos moi duros”

A MAIORES

Adela Varela de Carballiño narró sus experiencias vitales para “Historias de Ourense”, el programa que emitirá Telemiño a partir de este sábado, para recoger la memoria de nuestros mayores y destacar su papel en nuestra sociedad

Las historias de la vida de Adela Varela, de O Carballiño | La Región

El programa A Maiores, promovido por La Región con la colaboración del Concello de Carballiño y el Centro Sociocomunitario de la villa, afronta su recta final con el rodaje de “Historias de Ourense”, que da protagonismo a nuestros mayores recogiendo sus experiencias vitales, historias y anécdotas. 

La responsable de marketing de La Región, Paola Pérez, destaca que el objetivo de “Historias de Ourense” es “revalorizar a nuestros mayores y su aportación a la sociedad, acercándonos a sus experiencias vitales, que pueden ser muy cotidianas y a la vez cada una aporta su singularidad y su emotividad”.

Las historias recogidas en Carballiño se emitirán a partir del próximo sábado 8 de febrero en el programa A Maiores, de Telemiño, con una emisión cada fin de semana, dando protagonismo a cada uno de los participantes. 

Adela Varela

Adela Varela recuerda de su infancia en la aldea de Moreiras que “andábamos coas vacas no monte e ao chegar íamos á escola cos zocos, que era o calzado que tiñamos”. “Eran tempos moi duros, porque comida había pouca, facíamos a bica na lareira, comíamos moitas patacas, e as familias ás veces mataban un porco para sete ou oito”.

Como muchos en aquella época, la opción para progresar fue la emigración: “Aos 15 anos namorei do meu home, aos 18 tiven o meu fillo e aos 26 anos marchamos a Francia. O neno quedou interno no colexio do Corral”. Nos cuenta que allí trabajó en una fábrica de piezas de coches y su marido en la construcción, mientras residían en un apartamento que alquilaban por habitaciones. Llegó a trabajar haciendo la limpieza para la sobrina de una marquesa “que me dixo que me ía deixar a herdanza, pero non foi así”. 

Al regresar de París, volvieron a emigrar, esta vez para abrir su propio negocio, una mueblería, en México. Allí su hijo se casó y acabó volviendo a España y criando aquí a sus nietas. Tras sufrir la enfermedad de su hijo y la muerte de su marido, a Adela le sigue quedando mucho ánimo en la vida, de hecho es la que anima a sus compañeras del Centro Sociocomunitario “eu sempre estou a cantar e a bailar”, asegura. 

Y en Moreiras, su pueblo, donde tiene casa y finca, “son a que organiza a festa da Santa Mariña. Somos poucos veciños, pero a min gustame xuntar a xente, organizamos unha sardiñada a víspera e o propio día botamos fuegos e traemos música”.

Contenido patrocinado

stats