Bullying: cuando el silencio duele más que las palabras

El bullying sigue siendo hoy un problema alarmante que se vive cada día en muchos colegios o institutos, tanto de nuestro país como a nivel mundial. Parece mentira que con todo lo que se ha avanzado durante la última década en múltiples campos, sigamos siendo tan ignorantes respecto a un tema de vital importancia.

A lo largo del 2024 el bullying o acoso escolar y el ciberbullying son causantes directos de más de 200.000 muertes, ya sea por homicidio o por inducción al suicidio, se lleva la vida de cientos de miles de niños y jóvenes en todas partes del mundo y parece irreal que algo de tal calibre no tenga ya una solución. Es inadmisible que un niño tenga que llegar a soportar tanto dolor, tanto físico como emocional y mental, para llegar al punto del suicidio en la mayoría de los casos. Hago un llamamiento a los padres, profesores y a todas las personas que han podido ver algo así y que no han hecho nada; me gustaría que supierais que esos niños, por mucho tiempo que pase, se les ha grabado una cicatriz la cual no se puede borrar, que muchos de esos niños cuando recuerden su época estudiantil solamente recordaran el miedo que tenían de volver cada día al colegio porque sabían que allí serían recibidos con burlas, insultos o malas caras. Esto tiene que parar, porque el bullying deja cicatrices, traumas y se cobra vidas, pues cada día que pasa va en aumento. El bullying no son solamente “cosas de niños”, el bullying mata.