Más Hallowen no, por favor

Cada año que pasa me abochorna más la celebración de Halloween en nuestra sociedad y cultura.

Esta festividad, que tiene sus raíces en tradiciones ancestrales europeas, ha sido prácticamente absorbida y transformada por el imperialismo cultural estadounidense, perdiendo su significado original para convertirse en una mera excusa para el consumo, el entretenimiento superficial y la comercialización desmedida. Es lamentable que nuestra identidad cultural sea erosionada por la influencia de una cultura que no necesariamente comparte nuestras raíces, valores y tradiciones.

La celebración de Halloween en su forma actual refleja más una imposición cultural que una manifestación genuina de nuestras costumbres. Nos estamos dejando llevar por una moda importada, en lugar de valorar y fortalecer nuestras propias tradiciones que nos definen como pueblo.

Insto a mis conciudadanos a reflexionar sobre el valor de nuestras raíces y a promover actividades que refuercen nuestra identidad cultural, en lugar de sucumbir a modas pasajeras que no aportan a nuestro sentido de comunidad y pertenencia. Es momento de reivindicar nuestra cultura y resistir la influencia que busca homogenizar nuestras expresiones tradicionales con modelos foráneos.

Para despedir esta carta recordaré una cita del novelista francés André Malraux: La tradición no se hereda, se conquista.

Rubén Garrido Rivero (Ourense)