Cuando la información limita

El 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, nos recuerda la importancia de reconocer y eliminar las barreras que impiden la participación plena en la sociedad. Estas barreras no siempre son físicas: a menudo son invisibles, pero igualmente limitantes.

En este sentido, vale la pena reflexionar sobre el efecto que produce la exposición constante a noticias negativas. Muchas personas viven hoy con una sensación de ansiedad, incertidumbre y cansancio emocional que influye en su bienestar, en su manera de relacionarse y en su capacidad para afrontar el día a día. No se trata de equiparar esta situación con una discapacidad en el sentido clínico o legal, pero sí de reconocer que también genera dificultades reales y condiciona la vida de quienes la experimentan.

Quizá este día sea una buena ocasión para recordar que todos podemos atravesar momentos de vulnerabilidad y que una sociedad inclusiva debe atender todos los aspectos que afectan al bienestar: desde la accesibilidad física hasta la calidad del entorno informativo en el que vivimos. La información debería ayudar a comprender, no a aumentar el miedo; acompañar, no paralizar.

Tal vez las noticias también necesiten la guía de expertos en salud mental, porque es importante comprender el impacto que la información tiene sobre la población. Hoy, muchas personas se sienten cada vez más aisladas de los demás, y el miedo, alimentado por un flujo constante de alarmas, está debilitando nuestras relaciones sociales.

Pedro Marín Usón

(Zaragoza)