Inversiones, por favor

Nos acercamos al primer cuarto del siglo XXI y, sin embargo, en Ourense seguimos esperando por proyectos que llevan más de veinte años “encima de la mesa”. Hablo, cómo no, de las circunvalaciones pendientes que deberían haber aliviado hace tiempo el tráfico que soporta nuestra ciudad, especialmente el pesado, que a diario atraviesa el casco urbano como si de una autopista se tratase.

Ourense es la tercera ciudad de Galicia en población, pero parece que eso no se traduce en el mismo trato por parte de las distintas administraciones. Mientras otras capitales gallegas han visto avanzar proyectos viarios y mejoras en su red de comunicaciones, aquí seguimos atascados -literal y figuradamente- en rotondas colapsadas, accesos saturados y promesas que no llegan a concretarse.

A nadie se le escapa que la falta de una circunvalación adecuada no es solo una cuestión de comodidad. Es también un problema económico, ambiental y de seguridad vial. Cada día, cientos de vehículos pesados recorren tramos urbanos que no están pensados para ello, deteriorando el pavimento, aumentando la contaminación y dificultando la movilidad de quienes simplemente quieren desplazarse por la ciudad.

Resulta incomprensible que en pleno 2025, después de tanto hablar de cohesión territorial y equilibrio entre provincias, Ourense siga careciendo de inversiones en infraestructuras de este tipo. No pedimos privilegios, solo que se cumplan los compromisos y que, de una vez por todas, se dote a la ciudad de las infraestructuras que necesita para seguir creciendo y no quedar aislada en el corazón de Galicia. Pido a los políticos que nos representan de un bando y de otro que sean valientes y piensen en Ourense y no tanto en su cargo o su partido que para ello les hemos elegido.

Porque no se puede construir futuro sin infraestructuras que lo conecten.

Andrés Gómez

(Ourense)