Este verano, a donde la ballena nos lleve

Amigas y amigos:

Una persona del grupo de amigos me ha prestado un libro que lleva el título que encabeza esta carta. El autor es el religioso mercedario Alejandro Fernández Barrajón, que tuvo grandes responsabilidades en su Orden y en la Conferencia Española de Religiosos. Hoy, a los 65 años de edad, sufre un tumor cerebral que le limita en su movilidad. Confiesa en este libro, escrito en el 2025, que está gozando de su luna de miel.

Algunos títulos de los 41 que componen el libro son: Cómo a las personas les gusta escurrir el bulto, ¿Dios castiga o no castiga?, Pagar justos por pecadores, Acordarse de santa Bárbara cuando truena, Cuando nos traga la ballena, Coger fruta de los árboles que no hemos plantado, Esto del amor es complicado y sublime, El mundo en el que malvivimos, La belleza me habla de Dios siempre, El lujo de cumplir años, El misterio de la vida, Una infancia de lujo sin lujo…

En un capítulo nos narra su amor a la naturaleza. Nos cuenta su primer atentado ecológico y su primera lección ecológica: coger en el monte unos perdigones y reprochárselo su padre. Escribe: “Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue enseñar a mi padre mi trofeo de tres perdigones. Mi padre, muy enfadado, me dijo: Eso no está bien. ¿Qué harías tú si te lleváramos lejos de tu madre y te dejáramos en un lugar lejano sin que pudieras verla nunca más? Vuelve al lugar donde cogiste esos polluelos y déjalos en el suelo. Escóndete y verás cómo su madre viene pronto cantando a por ellos… Aprendí la lección. Desde muy niño he disfrutado contemplando el sol que nace de lo alto… El primer templo donde yo he rezado siendo niño ha sido la montaña y el valle… Cuando las sierras se vestían de flores bellísimas, la oración brotaba de mis labios niños…”. En el artículo de Carlos Risco en La Región del día 29 de junio he encontrado tanta sensibilidad como en el libro que comento.

Amigas y amigos, leí las 180 páginas disfrutando y aprendiendo. Me enseñaron a vivir con más sabiduría. Está editado en Paulinas, 2025. Es un buen obsequio para este verano. Que, con este libro o sin él, vivamos con sabiduría el verano que comienza, dejándonos llevar por la ballena.

Adolfo Requejo Rodríguez (Ourense)