El AVE llega este lunes a Ourense, pero la estación todavía tardará cinco años

El AVE llega este lunes a Ourense en un viaje institucional aunque de pruebas, a una ciudad que tendrá el privilegio de ser la primera de Galicia en estrenar este servicio ferroviario, pero que lo hace con muchas asignaturas pendientes. La primera de ellas, una estación intermodal y además, la variante exterior y la conexión adecuada con las ciudades de Lugo y Vigo.

El Ministerio de Transportes ha organizado para este lunes un viaje de prueba de carácter institucional (las pruebas técnicas ya han concluido y las prácticas de los maquinistas se están ultimando) con un tren AVE que realizará el viaje entre las estaciones de Madrid-Chamartín “Clara Campoamor” y la de Ourense. Realizará sendas paradas en las estaciones de Zamora y Sanabria AV y a bordo contará con la presencia de la titular de ese departamento, Raquel Sánchez, a la que acompañarán altos cargos de su Ministerio, los presidentes de Renfe y el Adif y representantes de diferentes estamentos: Junta de Castilla y León, Xunta, Parlamento, Congreso, Senado, ayuntamientos…

Una vez en Ourense, se espera que la ministra anuncie las claves del futuro servicio de alta velocidad a partir del 21 de diciembre: Confirmará el número de frecuencias, que ya sabemos que son dos AVE y ocho trenes Alvia por sentido de lunes a viernes, y un AVE y dos Alvia menos los fines de semana; definirá los horarios, que hasta ahora se manejaron solamente a título indicativo, y desvele los precios. Este lunes mismo, posiblemente tras el acto institucional, quedará desbloqueada la venta anticipada de billetes para los trenes a partir del 21 de diciembre. Los usuarios se van a encontrar con una oferta sensiblemente superior a la del día anterior tanto en número de trenes por sentido como de plazas: se pasará de 1.578 billetes cada día por sentido a 3.122; casi el doble.

El acto tendrá lugar en la estación de Ourense. Una estación que hasta poco antes de la pandemia tenía nombre: Ourense-Empalme. Ahora es una terminal que se encuentra en el limbo. Y no solo porque no haya sido bautizada con un nombre, como se está haciendo con casi todas las estaciones a las que llega el AVE (Clara Campoamor, María Zambrano, Indalecio Prieto…), sino porque se encuentra desde hace años en espera del inicio de la tramitación más elemental que es la licitación de cada uno de los contratos pendientes: remodelación del edificio, pasarela peatonal, cubrimiento de la playa de vías, el vial de comunicación entre ambos barrios, etcétera. Un paquete de contratos que superan los cien millones de euros y que sin saberse cuándo serán licitados aplazan la disponibilidad de esta estación hasta la segunda mitad de la década.

Falta aún la variante exterior y las conexiones con Lugo y Vigo

Mejor suerte corre la variante exterior. El primer contrato, aunque solamente sea el de la consultora que controlará las obras del primer tramo, ya está adjudicado y los siguientes, para que la vía de alta velocidad llegue hasta Seixalbo, están a punto de su adjudicación. Esos primeros kilómetros, 7,86 de un total de entre 16 y 17 con un presupuesto de algo más de 105 millones de euros en la fase constructiva de la plataforma, podrían entrar en servicio en 2025.

En lo que a las conexiones ferroviarias con el resto de las ciudades gallegas, hay luces y sombras. La luz llegó para Santiago y A Coruña el 10 de diciembre de 2011, con la inauguración del primer tramo de la línea de alta velocidad aunque en ancho ibérico. Gracias a ella, el AVE llegará por una línea de alta velocidad a Santiago y de altas prestaciones desde Santiago a Coruña a partir del segundo semestre del año que viene cuando circulen los trenes de la serie 106 de ancho variable, los famosos AVRIL contratados en 2017. También llegará a Vigo, pero dando un rodeo de tal magnitud que invertirá más tiempo que un regional sin paradas haciendo el viaje por la línea del Miño, que cumplió 140 años la pasada primavera. La conexión con Vigo sigue siendo una incógnita, alimentada por la vehemente y poco razonable defensa del alcalde de dicha ciudad de la variante de Cerdedo que parece bloquear cualquier otra iniciativa mejor. Solo la salida Sur supondría dejar el viaje entre Ourense y Vigo en poco más de una hora, aunque esa obra no se verá hasta el año 2030. Acortar el tiempo entre ambas ciudades a media hora resultará más barato a partir de esa salida, que haciendo una costosísima vía subterránea por Cerdedo que obligaría a pasar por Pontevedra.

Lugo tendrá más suerte que Vigo, porque ya hay obras en marcha para electrificar todo el trazado y mejorar algunos tramos, aunque lejos está todavía su transformación en un corredor de altas prestaciones que permita reducir a una hora el viaje entre las dos capitales de la Galicia interior.

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La llegada hoy del AVE a Ourense y los deberes que quedan pendientes todavía, la polémica sobre el día de celebración de la Feria de la ciudad o las últimas novedades del deporte tras un intenso fin de semana, entre Las noticias del primer café que te sirve Antonio Nespereira.

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