EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Los municipios más pequeños del rural ourensano viven una constante batalla contra la despoblación, que les obliga a centrar muchas de sus políticas en la captación y retención de vecinos, por ejemplo, a través de la digitalización. La forma más eficaz de paliar el declive demográfico es la inmigración, consiguiendo empadronar a familias que den vida a estos pequeños concellos. Así, entre 2017 y 2021 los 26 municipios de menos de un millar de habitantes atrajeron a 4.965 vecinos, aunque esto no signifique que hayan ganado población en este periodo, aunque sí paliar la sangría demográfica.
Analizando la procedencia de esta inmigración al rural ourensano, se observa que dos de cada tres nuevos residentes llegan de dentro de la propia provincia o bien de otras provincias de Galicia. Dentro de este grupo, lo más habitual son los movimientos entre comarcas. Estos municipios recibieron 1.405 nuevos vecinos desde 2017 procedentes de otras comarcas ourensanas. Este movimiento se explica, en parte, por el éxodo hacia el rural acelerado por la pandemia, cuando muchos abandonaron sus residencias en la ciudad buscando la tranquilidad y los espacios exteriores que ofrece el rural para combatir un eventual nuevo confinamiento.
A continuación están los movimientos dentro de una misma comarca. Representan un cuarto de estas altas censales para los pequeños municipios. Para terminar con la inmigración interna, los procedentes de otras provincias gallegas son el grupo menos numeroso, pero el único que hace subir el censo de la provincia: desde 2017 llegaron 779 a municipios de menos de mil habitantes.
En cuanto a la inmigración externa, fueron 1.032 los procedentes de fuera de Galicia que se censaron en alguno de estos 26 concellos, mientras que 627 llegaron de un país extranjero, apenas el 12% del total.
Lobeira es el municipio que más altas registra, con hasta 350, lo que no ha evitado que pierda más de 50 residentes si se restan las defunciones y los emigrantes. Tras este municipio de la Baixa Limia están A Veiga y Verea, que captaron 301 y 290 residentes en cinco años. En el extremo contrario, tan solo hay dos municipios que atrajeron menos de un centenar de vecinos: Pontedeva (93) y Beade (99).
Pese a estas buenas cifras de captación de vecinos, tan solo cuatro de los 26 municipios han ganado población en este periodo: Chandrexa de Queixa (1), Punxín (31), Quintela de Leirado (11) y A Teixeira (6). En el polo opuesto están los concellos de Calvos de Randín y O Bolo, que en este periodo han perdido 140 y 114 habitantes respectivamente. Eso sí, muchos han logrado frenar la sangría demográfica y mantenerse en cifras similares en los últimos años.
Además de estos 26 municipios, las buenas cifras de inmigración todavía permiten al concello de Arnoia seguir por encima del millar de residentes. En 2017 contaba con 1.013 vecinos empadronados, y en 2018 ya eran 995. Tras atraer a 332 personas, consigue mantenerse, por poco, por encima de los mil, y registra su mejor dato de población desde 2015.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores