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Denominamos calle peatonal a una vía por la que solamente pueden circular los peatones, impidiendo así el paso de coches, furgonetas y otro tipo de vehículos. En España, las ciudades de Bilbao, Barcelona y Valencia lideran el ránking de porcentaje de kilómetros peatonalizados, mientras que en Galicia destaca la ciudad de Pontevedra, que llegó a ser premiada por la ONU como "la ciudad más cómoda para vivir de Europa". ¿Está Ourense lejos de eso?
La realidad es que sí. Aunque muchas personas consideren que existen muchas calles peatonales, la mayoría son vías de circulación restringida, como es el caso, por ejemplo, de la rúa Concordia.
La ciudad de las Burgas cuenta con apenas una docena de 'vías peatonales', como las denomina el índice ofrecido por la ordenanza municipal de tráfico y circulación de Ourense. Pese a ser pocas calles, seguramente hay alguna de esta lista que desconozcas.
Esta céntrica calle es una de las realmente peatonales de la ciudad de Ourense. Va desde la rúa Barreira, a la altura del Monumento de Alexandre Bóveda, hasta la rúa Hernán Cortés.
Se cuelga la medalla de calle peatonal, pero la realidad es que difícilmente podrían circular vehículos por ella. Estas escaleras ascienden desde las Burgas hasta la rúa Doutor Marañón a lo largo de sus 50 metros de distancia, habiendo entre medias un desvió hacia un peque parque.
Esta estrecha calle, también repleta de escaleras, sube desde la Praza da Magdalena hasta la rúa Hernán Cortés, cerca de la Catedral.
Una de las calles que más paseantes suman al cabo del día. Pese a no ser en su totalidad una calle peatona, el tramo entre la rúa Concordia y la rúa San Miguel. En ciudades como Pontevedra, la peatonalización de sus calles incrementó en un 7% el comercio, algo que también ejemplifica este tramo ourensano.
En uno de los laterales de la Avenida de Santiago, a la altura del número 55, se sitúa esta vía. Dicha intersección une la rúa Río Mao, en A Ponte, con una de las arterias más importantes de la ciudad.
En el ala este del Parque de San Lázaro, ubicamos esta céntrica calle peatonal. Desde la rúa Bedoya hasta la rúa Cardenal Quevedo, este tramo alberga varios bares, jardines, restaurantes y hasta la sede en Ourense de CC.OO., actualmente más visible tras la tala de uno de los árboles del parque.
De nuevo, una vía repleta de escalones. En este caso hablamos de la intersección que une la Plaza Maior de Ourense con la Iglesia Santa María Nai. Hay quien pueda recordar esta calle por el coche de un conductor portugués que no atinó con el itinerario de viaje.
Se trata de una pequeña calle a un lado del Puente Nuevo. De este modo, la rúa José Ángel Valente junta la rúa Curros Enríquez con el Parque Miño y la plaza Eduardo Barreiro.
Además de estas calles, el listado nombra otras localizaciones. No se pueden denominar vías, pero la Plaza de San Martiño, la Plaza da Trinidade, el Puente Romano o el túnel de la estación también están reservadas a los peatones. Un balance que deja pocos kilómetros en la ciudad para los habitantes que circulan a pie.
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