LOTERÍA DE NAVIDAD
El Gordo, el 79432

Dejan sin maleta a la sintecho Carmen Babarro cuando dormía en las calles de Ourense

Los vándalos arrojaron basura en el lugar donde pernoctaba la conocida “sintecho” de la ciudad

Así dejaron el espacio donde duerme Carmen, lleno de basura y con una piedra en el banco.
Así dejaron el espacio donde duerme Carmen, lleno de basura y con una piedra en el banco.

Los vándalos no respetan nada, ni siquiera a Carmen Babarro, la popular indigente que pasea por la ciudad con su “casa” a cuestas, desde que fuera desahuciada de la vivienda de la rúa Colón en la que vivía hace ya dos años y medio. Carmen pasea a diario por el centro de la ciudad, en el entorno de los jardinilllos del Padre Feijóo, donde pernocta, con dos maletas y bolsas, y con la compañía de su madre, fallecida en diciembre de 2020, pero cuyas cenizas lleva con ella.

Esta misma semana, cuando Carmen descansaba de madrugada en un banco de los jardinillos, unos descerebrados le robaron una de las dos maletas y arrojaron basura entre sus pertenencias. “Me dejaron una piedra y un guante de plástico donde tenía la maleta”, relata Carmen. No ha presentado denuncia, porque la pérdida fue más sentimental que material. En el interior, llevaba botellas de agua y un regalo muy especial para su madre difunta: un nuevo bolso para guardar sus cenizas que pensaba estrenar el Día de la Madre.

Ya no será posible. “No entiendo cómo me pueden hacer esto. Yo no me meto con nadie. Nunca. No cobro ninguna paga. Solo pido unas monedas para comprar comida, nunca me metí con nadie”, relata.

Carmen Babarro, con su maleta y una foto de su madre en una imagen de archivo.
Carmen Babarro, con su maleta y una foto de su madre en una imagen de archivo.

Carmen perdió una de las dos maletas con las que pasea por las calles del centro y en las que lleva ropa y mantas para resguardarse del frío. Ya ha ido a comprar otra para sustituir la robada: “¿Si no compraba otra, dónde llevo las mantas durante el día?”.

Desde la calle Lamas Carvajal donde a diario se sienta esperando la complicidad de aquellos ciudadanos que le ofrecen algo de comer, una moneda o una botella de agua fresca, Carmen solo espera que no vuelva a suceder: “Solo quiero estar tranquila, y que no me roben”.

Carmen tiene una vida complicada: ya fue incluso salvada por la policía de congelarse cuando dormía en una noche bajo cero.

Contenido patrocinado

stats