La factura en gasóleo de calefacción sube hasta un 40% en 54.000 hogares ourensanos

La factura de la calefacción este año pondrá a prueba la economía de familias y empresas. Aún no ha llegado el frío intenso, pero los costes de los derivados petrolíferos siguen su particular senda alcista. En diferentes suministradores de gasóleo de la provincia el litro de carburante para calderas se acerca o incluso supera los 0,90 euros para un pedido medio de mil litros. “Y subiendo”, matizan algunos expendedores consultados.

La repercusión sobre el gasto familiar o empresarial es evidente, sobre todo si se hace una comparación con los precios que regían el pasado otoño. Por ejemplo, en octubre del 2020, para pedidos de mil litros, el precio era de 0,50. Es decir, el incremento puede superar el 40% en relación al año pasado, aunque el indicador puede variar según la semana y la empresa suministradora. Por lo tanto, el pedido que el año pasado costaba en torno a 500 euros, este año obliga a desembolsar más de 900.

Desde hace unas semanas la evolución al alza es prácticamente diaria. Por ejemplo: un suministrador de la provincia vendió la primera semana de octubre el litro a 082, para pasar a 0,87 una semana después. A finales de septiembre todavía se podían hacer pedidos en torno a 75 céntimos.

Las calefacciones de gasóleo son mayoritarias en la provincia, según datos del Instituto Galego de Estatístico (IGE). En la actualidad 54.859 hogares ourensanos se calientan con este tipo de combustible, lo que supone un 50,47% del total de los que cuentan con calefacción. Por lo tanto, la repercusión sobre los gastos fijos del hogar crece cada semana con el consiguiente riesgo de que se produzcan casos de pobreza energética.

La dependencia de este carburante aún es determinante en la provincia, aunque otras fuentes de energía, caso de la biomasa, están subiendo de forma generalizada como forma de calentar una vivienda, pasando de 12.691 hogares en el 2015 hasta los 16.708 de la actualidad.

De todas formas, la segunda modalidad más implantada es el gas natural, con 20.800 hogares (un 19,1%), mientras que de la electricidad dependen 18.850 hogares, el 17,3%.

En todos los casos los precios siguen creciendo de forma sistemática prácticamente todas las semanas. El precio de la bombona de butano supera en estos momentos los 16 euros, tres más de lo que costaba a principios de año.

Por otra parte, el coste de la luz tuvo este domingo un ligero respiro, aliviando la factura de familias y empresas. El precio medio diario en el mercado mayorista se desplomó un 36,56%, hasta los 79 euros el megavatio hora (MWh), siendo este precio el más bajo registrado en este mes de octubre, que será el mes más caro de la historia.

Además, esta nueva cifra supone volver a los niveles que se registraban a comienzos de agosto, que desde el día 7 de ese mes (el último más bajo a 65,64€/MWh) el precio de la luz no ha dejado de alcanzar record históricos.

Un recibo que puede pasar de 91 a 137 euros al mes

El mes de enero del 2021 ha sido el más frío del invierno en la provincia, lo que ha exigido un mayor gasto energético en calefacción. Según datos oficiales de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos, en Ourense se consumieron aquel mes 8.271 toneladas de gasóleo de calefacción. Teniendo en cuenta que en ese momento el precio medio del litro estaba en torno a 0,60 euros, la factura total fue de 4,9 millones de euros. Unos 54.000 hogares ourensanos disponen de este sistema de calefacción, con lo que el pago medio por vivienda fue de casi 91 euros. Si ese mismo consumo se produjese en la actualidad, asumiendo el aumento de precios desde entonces, el abono se elevaría a 7,4 millones de euros, con lo que el coste por hogar en la provincia pasaría a los 137 euros. Es impredecible conocer con exactitud el comportamiento de los precios de los carburantes, pero el sector da por seguro que durante el 2022 seguirán al alza tanto los de automoción como del resto de los usos.

El espejismo de hace un año: diésel a menos de un euro

El Ministerio para la Transición Ecológica informaba a comienzos de noviembre del año pasado que de los más de 400 surtidores de combustible de la provincia, en nueve se despachaba el litro de gasóleo de automoción a menos de un euro por litro. La tendencia ya se percibía en octubre, de hecho algunas estaciones de servicio ya vendían a ese precio. Con la perspectiva del tiempo está claro que esa realidad es imposible en la actualidad.

El ministerio señalaba ayer que el precio del diesel oscilaba entre 1,30 y 1,46 euros el litro entre el surtidor más barato y más caro de la provincia. Algo parecido ocurrió con la gasolina de 95 octanos, que llegó a rozar el euro hace un año en su fase más baja y ayer se movía entre 1,42 y 1,58 euros.